Amando la Palabra de Dios trae libertad

Meditación sobre Salmo 119:41-48 por el Pbro. Pedro arcos S.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Continuaremos estudiando el Salmo 119.

El Salmo 119 está dividido en 22 partes, y cada una de ellas pertenece a una letra del alfabeto hebreo, Cada parte tiene 8 versículos que comienzan cada uno en el hebreo con la letra que le corresponde.

El 8 en la Biblia habla de un nuevo comienzo, de resurrección o de la Palabra de Dios.

Hace unos días iniciamos un recorrido por el Salmo 119; un capítulo dedicado completamente a la Palabra de Dios y en el camino que seguramente es hemos sido grandemente confrontados acerca de nuestra actitud ante ella y es mi oración a Dios, que nos dé un corazón para atesorarla, meditarla y deleitarnos en su Palabra.

Hoy veremos del verso 41 hasta el 48, dice de esta manera:

Vau

41 Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;
    Tu salvación, conforme a tu dicho.

4Y daré por respuesta a mi avergonzador,
Que en tu palabra he confiado.

43 No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad,
Porque en tus juicios espero.

44 Guardaré tu ley siempre,
Para siempre y eternamente.

45 Y andaré en libertad,
Porque busqué tus mandamientos.

46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes,
Y no me avergonzaré;

47 Y me regocijaré en tus mandamientos,
Los cuales he amado.

48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé,
Y meditaré en tus estatutos.

En los versos 41 y 42 es importante notar que el salmista reconoce que la misericordia y la salvación solamente provienen de Dios, y nos hace ver a través de la bendita Palabra de Dios; pero también: la Palabra de Dios no debemos considerara como como si fuera un libro de autoayuda.

Dios nos comunica que la Palabra de Dios, en realidad, trae misericordia y salvación hacia el ser humano y es importante que nosotros, los creyentes en Cristo Jesús, tengamos confianza en la Palabra de Dios, para que demos una respuesta a aquellos que nos avergüenzan. Cuando creemos en quién es Dios y en lo que Él ha hecho por nosotros en Cristo Jesús. entonces ellos serán avergonzados.

El verso 43-44 dice:

43 No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad,
Porque en tus juicios espero.

44 Guardaré tu ley siempre,
Para siempre y eternamente.

El salmista pide esta petición: que la Palabra de Dios esté arraigada en nuestro pensamiento -en nuestro corazón- que solamente por la bondad y gracia de Dios, que su Palabra mora con nosotros. Por lo tanto, la oración continúa así:

Porque en tus juicios espero.

Su esperanza pasada es la base para su expectativa futura. Él tiene esperanza en la Palabra de Dios; juicios en el pasado, y Dios nunca lo ha decepcionado, porque dice: no quites de mi en ningún tiempo la Palabra de verdad porque en tus juicios espero guardaré tu ley y siempre. El salmista quería que la Palabra de Dios permaneciera en su boca para que él pudiera guardar la ley de Dios. Era para glorificar a Dios por medio de la obediencia a su Palabra y no a ningún propósito egoísta. Entonces el texto clave de este verso (de esos ocho versos) está en el verso 45, dice:

45 Y andaré en libertad,
Porque busqué tus mandamientos.

46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes,
Y no me avergonzaré;

47 Y me regocijaré en tus mandamientos,
Los cuales he amado.

48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé,
Y meditaré en tus estatutos.

Una vez que el salmista ha hablado de la obediencia a la Palabra, si obedecemos la Palabra de nuestro Dios, el salmista nos comunica y testifica que trae grandes bendiciones,

El salmista dice que trae vida y libertad. Libertad viene a través de la obediencia y sujeción a la Palabra de nuestro Dios. Quiere decir que la Palabra de Dios trae libertad y trae vida y trae salvación. Ciertamente el salmista encontró la libertad debido a que buscó los mandamientos de Dios. Los mandamientos de Dios no fueron forzados para el salmista. Claramente dice “porque no busque tus mandamientos”, este es un ejemplo de la libertad que acaba de mencionarse; el tener la audacia y habilidad para hablar con libertad sobre Dios es un gran Palabra delante de reyes y grandes hombres la tierra. Nuestra verdadera libertad, dice nuestro texto “Y me regocijaré en tus mandamientos”. Podemos notar que el salmista usó esta declaración y muestra que el regocijo en la Palabra de Dios es una elección, un asunto de la voluntad. El salmista no esperó que un sentimiento de regocijo les sobrecogiera, el simplemente dijo “y me regocijaré en tus mandamientos”

En el Salmo 119:44 el salimista proclamó “guardaré tu ley siempre”. En los versículos subsecuentes. enlista al menos tres cosas que vienen de esta vida de obediencia: LIBERTAD: “no me avergonzaré” y REGOCIJO: estas son bendiciones para la vida obediente. BENDICIONES no ganadas por nuestra obediencia, sino simplemente disfrutadas por aquel que mantendrá su ley continuamente.

En esta en esta mañana es importante estudiar la Palabra, porque la Palabra nos trae libertad.

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