Siempre alegres – 1 Tesalonicenses 5:16-18

Introducción

Las emociones forman parte de nuestra vida desde que nacemos. Así, por ejemplo, cuando una madre mira a su hijo puede tener diferentes emociones: alegría, miedo, inquietud… según sea la expresión de su mirada. Algunas emociones, como el miedo, protegen al ser humano frente al peligro; otras, como la felicidad, se han convertido en la meta de muchos; y otras más difíciles de entender, como la esperanza, nos permiten ser persistentes y tenaces; la compasión -por ejemplo- requiere que haya otros y nos da o nos quita calidad como seres humanos; y todas las emociones, de una forma u otra, están presentes constantemente en toda nuestra vida.

Según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Glasgow del Reino Unido, y teniendo en cuenta las reacciones de los distintos músculos faciales que producen las emociones, concluyen que son 4 emociones básicasmiedo, tristeza, ira y alegría. Consideran que el miedo y la sorpresa comparten la misma señal base (ojos totalmente abiertos) y también el asco y la ira (nariz arrugada).

¿Cuántas de estas emociones son positivas?

Miedo: negativo, tristeza: negativo, ira: negativo, alegría: positivo.

Todas estas emociones nos fueron dadas por Dios por una razón, pero la Biblia nos dice que Dios quiere que seamos felices todo el tiempo.

La Biblia dice: «Estad siempre gozosos.Orad sin cesar.Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” (1 Tes. 5:16-18)

Siempre gozosos

En creyente siempre está satisfecho con el curso que lleva su vida y está alegre con lo que hace, porque con esto está cumpliendo con lo que Dios quiere para su vida.

Vemos a muchas personas que están insatisfechas con su vida sin ninguna razón en especial, aun cuando han logrado muchas de las cosas que son consideradas como parte del éxito por nuestra cultura. Si les preguntaras por qué, no sabrían contestar. Simplemente siente que no deben estar satisfechos con nada, porque eso sería “conformismo” o cualquier otra cosa negativa. El mundo les ha enseñado que nunca deben estar satisfechos, deben tener una sed insaciable de logro. Y en realidad es una fuente insaciable de frustración y enojo.

Debido a que no están satisfechos, en cada elección que hacen en su vida tienen la sensación de que no hacen lo correcto.

Por otro lado, cada cosa que hace el creyente, como cuando cuida de sus hijos, cuando trata con asuntos de trabajo, y cuando ora, si lo hace con alegría (con gozo) cumple la voluntad de Dios para su vida. Si debe cambiar una decisión por haberla hecho mal, lo acepta y la corrige con alegría, aceptando las consecuencias. Y da gracias a Dios por haberle dado la oportunidad de corregir.

Este versículo nos da dos secretos para el gozo. Dice que oremos sin cesar y demos gracias en todas las circunstancias. Y dice que es “la voluntad de Dios”.

¿Cuántos de ustedes quieren hacer la voluntad de Dios? Entonces, esta es la voluntad de Dios: Dios quiere que estén gozosos todo el tiempo.

Dos cosas pueden mantenerlos gozosos todo el tiempo: oren sin cesar y den gracias en todas las circunstancias.

Orando todo el tiempo

La oración es donde el hombre expresa todo lo que hay dentro de su corazón, en sus propias palabras.

El creyente puede conversar con Su creador en nombre de Cristo Jesús, agradeciendo por todos los beneficios que ha recibido de Él, confiesa todas sus fallas, pide perdón; y también ruega por que todas su necesidades y privaciones sean satisfechas.

¿por qué es la oración tan fundamental para vivir siempre gozosos?

La oración fortalece la fe que hay en el corazón del que ora.  Al orar aceptamos que dependemos completamente de Dios y es por ello por lo que la oración tiene un efecto transformador y nos ayuda a superar los malos rasgos de nuestro carácter.

Cuando confesamos nuestros pecados a Dios en oración, llegamos a comprender las palabras del apóstol Pablo en Romanos 8:28

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Y esa es la esencia de la fe.

Dando gracias a Dios
En todo

En primer ligar dice: “en todo” eso significa que aun las cosas que puedo considerar malas son cosas que puedo agradecer a Dios.

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (v. 18).

Los salmistas fueron agradecidos en el Antiguo Testamento, y se nos dice una y otra vez que seamos agradecidos en el Nuevo Testamento (Efesios 5:4, Colosenses 2:6-7, Colosenses 3:15).

No siempre es fácil ser agradecido, pero note que no dice que demos gracias a Dios por todas las cosas, sino en todas las cosas.

¡No estoy agradecido por mi angustia!, ¡pero estoy agradecido en medio de mi situación! ¡no estoy agradecido por la tormenta!, ¡pero alabo a Dios en medio de mi tormenta!

Dios desea que estemos gozosos, oremos y agradezcamos en todo momento.

Es la voluntad de Dios

Podrías decir: “Pero me siento como un hipócrita al dar gracias cuando no tengo ganas”.

No vivimos la vida cristiana con base sentimientos, sino con base en la fe.

Si obedecemos a Dios, la sinceridad y los sentimientos vendrán después. Andamos por fe y no por vista. Con fe, esperanza y amor podemos estar alegres, orar y estar agradecidos.

El Apóstol nunca anima a los creyentes a negar que la adversidad trae tristeza y dolor, también dice en Romanos 12:15 “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.”

Pero nos da los elementos para tener ese gozo. El gozo del creyente no depende de lo que está sucediendo, sino que el gozo es a pesar de las circunstancias.

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