ENTREGADOS A PASIONES VERGONZOSAS – Romanos 1:26-27
La obediencia a los principios divinos resulta en bendiciones, mientras que la desobediencia y las prácticas sexuales fuera del diseño de Dios atraen el juicio divino y consecuencias adversas
SERIE: La ira de Dios contra la rebelión de la humanidad
Parte 3: ENTREGADOS A PASIONES VERGONZOSAS – Romanos 1:26-27
Meditación bíblica sobre Romanos 1:26-27 por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
En la actualidad existe un debate sobre la homosexualidad. Estos dos versículos son cruciales en ese tema.
La interpretación tradicional, de que estos versículos describen y condenan toda conducta homosexual, ha sido constantemente desafiada por quienes están a favor de la ideología de género y en movimiento LGTB.
No es mi intención participar en ese debate.
Solo me limitaré a explicar lo que dice el pasaje de la manera más clara que me sea posible en el breve tiempo de este video.
El pasaje completo que hemos estado revisando de Romanos capítulo 1, habla de la ira de Dios y en el video anterior vimos que cada individuo es responsable de sus decisiones y determina que conducta va a seguir.
El ser humano pude entregarse completamente a los deseos pecaminosos, eso le lleva a un pensamiento entenebrecido, al grado de pensar que es bueno, natural y correcto hacer las cosas que por las cuales Dios ha expresado con toda claridad su desagrado.
Ante esa situación,
Dios les permite enfrentar el juicio por sus pecados.
En los versos 16 7 17 habla de cierta conducta sexual que debe verse como la consecuencia de la ira de Dios, por lo tanto es claro que esa conducta es desagradable para él.
En el verso 26 dice la palabra “natural”. Eso habla claramente de que esas conductas pueden considerarse sin lugar a duda “antinaturales”.
El hecho de que sus acciones sean perfectamente naturales para ellos no significa que lo sean, simplemente es evidencia de un pensamiento entenebrecido.
En el texto, el apóstol Pablo refleja el contraste que existe entre
lo natural y lo antinatural
Esta oposición entre lo natural y lo antinatural se utilizaba con mucha frecuencia en los escritos de la época en que fue escrita la epístola a los Romanos, como una forma de distinguir entre la conducta heterosexual y la homosexual.
Nadie puede tomarse la libertad para interpretar el adjetivo “natural” en el sentido de “lo que me parece natural”. Por la simple razón de que la palabra natural tiene que ver con el orden creado por Dios.
Actuar en contra del orden natural significa violar el orden que Dios ha establecido, mientras que actuar de acuerdo con el orden natural significa comportarse de acuerdo con las intenciones del Creador.
Además, la intención del Creador significa su intención original. Lo que nos dice el Génesis y lo confirma Jesús en Mateo 19:4:
“Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo,”
No debemos olvidar que los deseos vergonzosos que se describen aquí son el resultado de los juicios de Dios sobre los hombres y mujeres pecadores.
En nuestros días, las películas, las obras de teatro, los clubes nocturnos y, a veces, algunas iglesias glorifican ciertas conductas que vemos descritas en este pasaje como cosas que atraen la ira de Dios.
Esto es simplemente una prueba más del juicio de Dios sobre nuestra sociedad. Debemos ver el aumento de este tipo de conductas como una prueba de que Dios ha entregado a los hombres y mujeres pecadores a su pecado.
Pablo aquí está afirmando que, al igual que la idolatría, las prácticas sexuales fuera del diseño de Dios traen deshonra a nuestros cuerpos y traen en sí mismas un juicio.
Pablo dejará claro en Romanos 6:16, que si estamos controlados por nuestros deseos o pasiones, nos convertimos en sus esclavos.
Si alguien elige la promiscuidad sexual y el comportamiento homosexual, Dios también le permitirá sufrir las consecuencias naturales: por eso Dios los entregó a pasiones vergonzosas (v. 26) y recibieron en sí mismos la retribución debida a su extravío (v. 27).
Cómo vencer
Dios ha dado a cada creyente el poder de vencer la lujuria pecaminosa de cualquier tipo. En 1 Corintios 6:18, Pablo exhorta:
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
Debemos elegir caminar con fe en que Dios sabe más para poder utilizar ese poder. Debemos estar conscientes en todo momento de que el camino de Dios es mejor que vivir en orgullo, siguiendo “mi camino”.
Eso incluye elegir seguir lo que Dios dice sobre la conducta sexual en lugar de seguir nuestros deseos, cualesquiera que sean.
Dios nos instruye en maneras que son para nuestro bien. Incluso cuando los no creyentes siguen instintivamente los caminos de Dios, son bendecidos (Romanos 2:14-15).
La consecuencia adversa del pecado es una consecuencia natural que Dios incorporó al universo moral y recae tanto sobre creyentes como sobre no creyentes.
El pecado trae consecuencias adversas, pero el pecado sexual es especialmente hostil hacia nosotros. Tal vez por eso Pablo comienza con este pecado en particular cuando habla del juicio de Dios sobre cualquier vida injusta.
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