Jesús y la oración
Meditación sobre Mateo 6:5-8 por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
Me da mucho gusto enviarles un muy cordial saludo, el día de hoy que continuamos con nuestras meditaciones acerca del Sermón del Monte y ahora les invito para que pongamos nuestra atención en el capítulo 6 de Mateo que nos habla de Jesús y la oración
Escuchen lo que la Palabra de Dios dice de los versículos 5 al 8 de este capítulo 6 de Mateo
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
INTRODUCCIÓN
Ya dijimos que en el capítulo 6 de Mateo llegamos a una nueva sección, del Sermón del Monte que nos habla de las dos facetas de la vida del cristiano la religiosa y la secular, y en cuanto a la religiosa nos habla de 3 áreas, la limosna, la oración y el ayuno.
Hace ocho días hablamos de la limosna y hoy vamos a referirnos a la oración
La imagen más elevada que se pueda tener de un hombre es cuando se le ve de rodillas delante de Dios. Éste es el logro más sublime del hombre, es su actitud más noble. el hombre nunca es mayor que cuando se halla en comunión y contacto con Dios.
En este pasaje Jesús primero corrige algunos errores que tenían los escribas y fariseos en cuanto a la oración y después nos enseña la forma correcta de orar
Vayamos primero a la forma en que Jesús corrige los errores que se mencionan en el versículo 5
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de os digo que ya tienen su recompensa.
Todo Judío devoto oraba tres veces al día,» Y no había nada malo en orar de pie, ya que ésta era la postura usual para orar entre los judíos.
Ahora bien, los fariseos no estaban equivocados al orar tanto en las esquinas de las calles como en las sinagogas si su motivación era romper la segregación de la religión y reconocer a Dios fuera de los lugares santos, en la vida secular de cada día.
Pero Jesús descubrió que la verdadera motivación al ponerse en pie en la sinagoga o en la calle, con las manos levantadas al cielo era para que pudieran ser vistos de los hombres o sea detrás de su piedad estaba su orgullo y lo que realmente buscaban y deseaban era el aplauso de los hombres.
Ahora bien de acuerdo a la enseñanza de Jesús ¿cuál es la forma correcta de orar?
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
La instrucción es muy clara y debemos cerrar la puerta para evitar molestias y distracciones pero también para eludir los ojos inquisitivos de los hombres y encerrarnos con Dios.
Sólo entonces podremos obedecer el siguiente mandato del Señor: Ora a tu Padre que está en secreto, ya que nuestro Padre está ahí en lo secreto esperándonos para darnos la bienvenida.
Y la oración es una charla, una conversación, una comunión con nuestro Padre
La Biblia nos dice que el mismo Jesús dedicó un tiempo importante a la oración y él sabía que estaba en la presencia de Dios, que había entrado en la eternidad, por así decirlo. La oración era su vida, no podía vivir sin ella y no se preocupaba por la duración.
El Dr. Martyn Lloyd Jones en su libro El Sermón del Monte menciona 4 características importantes que debe contener la oración:
- Cuando oramos debemos estar conscientes de que vamos a hablar con Dios. Por lo que hay que dejar afuera a los demás y también a uno mismo.
- Debemos darnos cuenta que estamos en la presencia de Dios. ¿Qué significa esto? Significa comprender quién es Dios y qué es Dios.
Antes de comenzar a pronunciar palabras en nuestras oraciones, deberíamos siempre decirnos a nosotros mismos: «En este momento voy a entrar con reverencia en la presencia del Dios Todopoderoso, el Absoluto, el Eterno y gran Dios que tiene todo el poder y toda la majestad; voy a hablar al Dios que es un fuego que consume; al Dios que es luz, y en el cual no hay ningunas tinieblas; al Dios total y absolutamente santo.
3. Nuestro Señor Jesucristo nos dijo «, ora a tu Padre que está en secreto y debemos estar conscientes que, Él es nuestro Padre. La relación es la de Padre e hijo.
Miren si estamos seguros en nuestra mente y corazón que el Dios todopoderoso y que es nuestro Padre y que en realidad somos hijos suyos yo pregunto ¿cuántas veces oramos a Él, como el hijo que acude a su Padre?
También sabemos que nuestro Padre es El Dios grande, santo, todopoderoso, y que Cuida de nosotros y que incluso solo él conoce el número de cabellos de nuestra cabeza y que el mismo ha dicho que nada nos puede suceder sin que Él lo permita.
Y además como dice Gálatas 4:6 el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu de que somos verdaderamente hijos de Dios, y esto nos da una fuerte certidumbre de su paternidad y amor, de tal manera que podemos llamar a Dios Abba Padre o sea papi.
4. También debemos recordar lo que la palabra de Dios dice en Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos!’.
Él sabe todo respecto a nosotros; conoce todas nuestras necesidades antes de que se las digamos. Y del mismo modo que el padre se preocupa por el hijo y lo cuida, y se adelanta a las necesidades del hijo, así es Dios respecto a todos aquellos que están en Cristo Jesús. El desea bendecirnos muchísimo más de lo que nosotros pedimos o entendemos.
Ahora fíjense bien que como recompensa de obedecer su mandato, de orar en secreto Jesús agregó una maravillosa promesa que dice ,y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Vayamos ahora al versículo 7
7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
¿cuál era el método de los gentiles o paganos de aquel entonces al orar?
Ellos acostumbraban ir barbotando, dando expresión oral a su liturgia sin significado. No pensaban en lo que decían, porque su interés estaba en el volumen, no en el contenido. Pero Dios no se impresiona con la verborragia.
Esta orden de Jesús incluye el uso irreflexivo de oraciones repetitivas en las que nada sucede excepto el recitar palabras.
Y condena la verborragia, de manera especial en aquellos que «hablan sin pensar»;
Esto incluye a todas y cada una de las oraciones que son meras palabras sin significado, oraciones de labios y no de mente y corazón
John Stott escribió es una locura la pretensión en la oración: de aquellos que piensan que por su palabrería serán oídos; “que se imaginan que cuanto más hablen, más caso les hará Dios”.
¡Qué idea tan poco creíble! ¿Qué tipo de Dios es aquel que se impresiona principalmente por la mecánica y la cantidad de oraciones, y cuya respuesta está determinada por el volumen de las palabras que usamos y el número de horas que pasamos en oración?
Vayamos al versículo 8
8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Aquí Jesús nos invita a que seamos diferentes de los gentiles y que además demos a conocer todas nuestras necesidades a nuestro Padre celestial en actitud humilde, y a expresar así nuestra dependencia diaria de él.
Al acercarnos a Dios necesitamos recordar que él nos ama como sus hijos que conoce todas nuestras necesidades antes de que se lo pidamos, y que actúa a favor nuestro con todo su poder regio y celestial.
CONCLUYO
La esencia de la oración cristiana es buscar a Dios, y es teocéntrica interesada en la gloria de Dios en contraste con el egocentrismo de los fariseos preocupados por su propia gloria. Y también es inteligente al expresar una dependencia reflexiva
Jesús nos dijo en Mateo 26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación
1 Tesalonicenses 5:17 Orad sin cesar
Amén