El anuncio a los pastores – Lucas 2:8-29

Transcripción…

¡Por fin llegó el suceso más esperado por el pueblo de Israel, llegó el Mesías, el Cristo, el Salvador!

Pero ha sido larga, muy larga la espera y esto pudo provocar que muchos olvidarán todas las señales que Dios había dado para que no hubiera duda de que sería Él cuando llegara, más Dios es fiel y cumple cabalmente su palabra, todas estás señales que había dado se han ido cumpliendo plenamente, será de la casa de David, nacerá de una virgen en Belén Efrata, su nacimiento será muy diferente a lo que se esperaría de un rey…

El acontecimiento más maravilloso ha sucedido y el Señor manda a un sin número de ángeles a dar la noticia a las personas más necesitadas, las menos afortunadas, las que su corazón anelaban recibir esa liberación de la opresión, aunque ellos pensaban que era del imperio romano, el Rey de reyes viene para darnos la libertad del pecado y así darnos la vida.

La respuesta ante tal acontecimiento solo podía ser de gratitud y adoración, de reconocimiento y devoción al gran Creador, al Padre celestial que siempre cuida de nosotros y solo nos da lo mejor a quienes somos sus hijos por su gracia 

Escuchemos con atención el anuncio del nacimiento del Hijo de Dios que hoy celebramos y que es el deseo de mi corazón que también llegué hasta ustedes para recibir la libertad que solo Cristo Jesús nos puede dar

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

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