A Dios sea la gloria – Efesios 3:20-21
Meditación sobre Efesios 3:20-21 por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Muy buenos días, en primer lugar, doy gracias a Dios porque nos permite llegar a nuestra trigésima segunda meditación sobre el libro de los Efesios y como todos los jueves me da mucho gusto enviarles un muy cordial saludo
Ahora los invito para que pongamos nuestra atención en los versículos del 20 al 21 del capítulo 3 del libro de los Efesios que dice:
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
INTRODUCCIÓN
Efesios 1:19 nos habla de la supereminente grandeza de nuestro Dios infinito que con gran poder levantó a Cristo de entre los muertos, e hizo que se sentara a su diestra en los lugares celestiales” (Efesios 1:19 s.)
y es el que ahora está operando en nosotros, ya que Dios mismo nos sacó de las tinieblas y nos llevó a la luz, y nos transformó para que en vez de ser hijos de ira seamos ahora hijos e hijas muy amados, y además nos reconcilió consigo mismo por medio de la obra de su Hijo Jesucristo
Y al llegar al versículo 16 dijimos que en su infinita sabiduría Dios nos ha dado a conocer su amor en Cristo.
Efesios 3:16 nos habla de las riquezas infinitas de la gloria de Dios
Y en los versículos 16 al 19 encontramos esta oración del apóstol Pablo por los creyentes de Éfeso que nos conmueve profundamente por su carácter trinitario y su énfasis en el amor de Cristo
Y la semana pasada analizamos esta oración mediante la cual pide a Dios 4 cosas, que
16 conforme a las riquezas de su gloria, sean fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 sean plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Y ahora al llegar a Efesios 3:20 y 21 que vamos a analizar vemos que Dios obra poderosamente en nosotros y puede contestar nuestras oraciones
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Y aquí dice que Dios es todo poderoso para hacer mucho mas abundantemente todo lo que le pedimos; y aún es capaz de hacer lo que no nos atrevemos a pedir sino meramente imaginar y además puede hacer; mucho más; muchísimo más que esto.
Y puede hacerlo, porque sus expectativas son más elevadas que las nuestras
Y, además, la omnipotencia de Dios cuando contesta la oración actúa de acuerdo o conforme a la operación de su poder que ya está obrando “dentro de nosotros”.
Y fíjense que ninguna otra oración que se haya elevado expresa una petición más audaz.
Además, rinde y entrega a Dios todo homenaje y adoración por el esplendor de sus maravillosos atributos su poder (1:19; 2:20), su sabiduría (3:10), su misericordia (2:4), su amor (2:4), su gracia (2:5–8); etc. manifestados en la iglesia, que es su cuerpo, y en Cristo Jesús, su eminente cabeza.
Y esta oración de gran alcance del apóstol por sus hermanos cristianos y su ardiente deseo es que la alabanza perdure por todas las generaciones, por lo que concluye con un estallido espontáneo de alabanza.
Y aquí dice que Dios puede hacer mucho más aun o mucho más abundantemente las cosas de lo que pedimos o pensamos, porque nuestro Dios es un Dios de gran abundancia
Y la última parte del versículo 20 dice
SEGÚN EL PODER QUE ACTÚA EN NOSOTROS
Y el poder que obra en los cristianos y en, la iglesia es el poder de la resurrección, el poder que levantó a Cristo de la muerte, el poder que lo entronizó en los lugares celestiales, y luego lo exaltó y nos hizo sentar a nosotros juntamente con Cristo en los lugares celestiales
Y por esto es que cuando el apóstol examina las maravillosas mercedes de Dios hechas efectivas mediante el supremo sacrificio de su amado Hijo, con justa razón exclama:
21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
Y aquí nos damos cuenta claramente que esta doxología no sólo es la conclusión adecuada a la oración sino también una expresión de gratitud y alabanza muy apropiada por todas las bendiciones tan generosamente derramadas sobre la iglesia, según se ha descrito en todo el contenido precedente de esta carta.
Ahora bien, aquí dice que a Dios sea dada la gloria POR TODAS LAS EDADES y también se ha traducido como por todas las generaciones y además recibe el refuerzo de 6 palabras, que dicen:
POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS
Y notamos que, se utilizan varios sinónimos para enfatizar la eternidad de la alabanza de Dios: “por todas las generaciones por los siglos de los siglos” es decir “para siempre jamás
John Newton lo expresó de la siguiente manera: “Cuando hayamos disfrutado diez mil años, en el cielo esplendente como el sol en su brillar, No nos restan menos días para seguir loando al Dios amado.
Y cuando el Espíritu Santo inspiró al apóstol Pablo el prisionero para escribir esta hermosa doxología, el corazón del apóstol fue impulsado por el mismo Espíritu para expresar su profundo agradecimiento por medio del solemne “Amén”.
Y la voluntad de Dios es que “en los siglos venideros” mostrará las “sobreabundantes riquezas de su gracia” en aquellos que han sido señalados beneficiarios, a lo largo de estos siglos venideros, una era tras otra hasta el más remoto infinito, y su excelsa gracia redundará en su más alta gloria.
CONCLUYO
HENDRICKSEN al comentar el versículo 21 dijo: que por siempre jamás los miembros de la familia de Dios atribuirán gloria y honor a su Hacedor-Redentor, cuyo amor, apoyado por su ilimitado poder con que levantó a Cristo de entre los muertos, alzará sus corazones a cada vez más altos planos de inexpresables deleites y reverente gratitud.
21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo
Miren ustedes: nuestro Dios es el Dios de la resurrección, y poder, y es el único que puede hacer que los sueños se hagan realidad
Y como el poder viene de él, la gloria debe ser para él, por los siglos de los siglos por la eternidad por todas las generaciones y en toda la historia
a él sea gloria en la iglesia en Cristo Amen