Paciencia (Parte 2) – Santiago 5:7-8
Meditación bíblica sobre Santiago 5:7-8 por el Diác. Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
La semana pasada hablamos de la paciencia como una virtud y también como un fruto del Espíritu. Esta clase de paciencia no se caracteriza por una espera pasiva, todo lo contrario, es activa y se manifiesta manteniendo una buena actitud mientras esperamos, sin perturbarse o estar ansioso a pesar de las circunstancias. Esta clase de paciencia nos permite mantener la calma siendo todo esto, sin duda, un fruto del Espíritu.
Así, seguiremos hablando de la paciencia. Santiago 5: 7 y 8 dice:
Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad como el labrador espera el precioso fruto de la tierra aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y tardía. Tened también vosotros paciencia y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. “Aguardando con paciencia la lluvia temprana y tardía”.
Santiago nos presenta al creyente como un labrador que cultiva la tierra, esperando la lluvia temprana y tardía.
La lluvia temprana se da en los meses octubre y noviembre; esta lluvia tiene el propósito de suavizar la tierra para realizar el arado y la siembra.
La lluvia tardía se da en los meses de abril y mayo y hace madurar los cultivos para que poco tiempo después se realice la cosecha.
Así entre estas dos fechas se da una larga espera, durante esta espera se realiza un proceso que esta fuera del control del labrador.
El labrador, solo espera con paciencia, él sabe que no puede adelantar las leyes naturales del crecimiento, como tampoco las lluvias. El labrador debe darle tiempo al tiempo, dejar que la siembra vaya madurando y que transcurra de un modo natural, y mientras tanto el labrador, no se rinde, él sigue trabajando cuidando su cultivo, aunque él no lo pueda ver.
Para que el cultivo se logre de ¡TRABAJAR Y ESPERAR! En este pasaje podemos notar que la espera paciente
(A) es una espera expectante dada la recompensa por la cosecha.
(B) la espera es con la mirada puesta en Dios pues hay cosas que no dependen de nosotros. “Aguardamos por Fe”
(C) la espera se da también respetando las leyes naturales.
Como cristianos debemos de trabajar esta clase de paciencia, cuando la cosecha aún se ve muy lejana.
Termino: el creyente debe esperar pacientemente, y seguir trabajando durante la espera manteniendo la Fe y la Esperanza en todo momento, sin importar los tiempos de sequía.