El hijo es heredero de todo – Hebreos 1:2

Meditación sobre la Epístola a los Hebreos por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Hoy continuamos con nuestra tercera meditación sobre el libro de los Hebreos y los invito para que pongamos nuestra atención en los versículos 1 al 3 que dicen:

1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

INTRODUCCIÓN

Al inicio de esta epístola en lugar de encontrar un saludo de gracia, paz y misericordia, nos damos cuenta de que su introducción se centra en llamar la atención a la revelación final y definitiva de Dios a nosotros por medio de su mismísimo Hijo Jesucristo.

Y también hay que señalar que esta introducción enfatiza la persona, los oficios y las funciones de Jesús, el Hijo de Dios.

Vayamos a la primera frase del versículo 2 que dice:

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo

La frase los postreros o últimos días» era muy común entre los judíos de aquella época y tenía un significado muy especial ya que cada vez que un judío escuchaba estas palabras, inmediatamente pensaba en el Mesías, porque la promesa de las Escrituras era que el Mesías vendría en los postreros días Jer. 33:14-16; Mi. 5:1-4; Zac. 9:9, 16). Y que en aquellos días todas las promesas se cumplirían.

Juan Calvino dijo que cuando este versículo habla de los postreros tiempos, esto nos indica que ya no hay ninguna razón para que esperemos alguna nueva revelación; ya que lo que Cristo nos reveló fue algo definitivo.

Y en estos versículos de Hebreos encontramos varios contrastes grandes e importantes en cuanto a la revelación de Dios:

  1. En cuanto a las personas escogidas por Dios para transmitir su revelación, por una parte tenemos a todos los profetas y por otra parte tenemos al mismísimo Hijo de Dios, que sobrepasa a todos los profetas.
  2. En cuanto al número de revelaciones de Dios existe una revelación multifacética y fragmentaria que llegó a lo largo de cerca de 1500 años y en estos últimos tiempos tenemos una sola revelación final por la persona de nuestro Señor Jesucristo.
  3. En cuanto al lugar donde quedó plasmada la revelación de Dios en lenguaje humano, en la antigüedad, Dios usó a los profetas para que escribieran su revelación, para que quedara incluida en el Antiguo Testamento, y en estos últimos días en que se reveló a nosotros y nos habló por medio de su Hijo, en este caso el Espíritu Santo utilizó a los apóstoles para que escribieran las palabras y enseñanzas de Jesús y quedaran plasmadas en los libros del Nuevo Testamento.
  4. En cuanto al tiempo de la revelación, La primera fue una revelación progresiva, durante 1500 años que apuntó constantemente hacia la venida del Mesías, y la otra fue una revelación puntual y definitiva en un solo momento de la historia que incluyó el cumplimiento de todas las promesas contenidas en la primera revelación en la persona de Jesucristo
  5. En cuanto la totalidad de la revelación podemos decir que en la antigüedad la revelación fue parcial, pero «En estos últimos días Cristo, el Mesías ya vino y nos dio la revelación final de Dios» por lo que podemos decir que Dios finalizó su revelación por medio de su Hijo».

Y a pesar de todos estos contrastes, entre ambas revelaciones de Dios no debe sorprendernos que haya una continuidad significativa entre las dos y, que haya una unidad entre ambas debido a que el Autor es nuestro Dios todo poderoso que tuvo a bien y se dignó revelarse a nosotros, en lenguaje humano.

Y lo importante es que hoy en día tenemos una revelación completa F. F. Bruce dijo: “La historia de la revelación divina es una historia de progreso hasta llegar a Cristo, pero no hay progreso más allá de él”.

Vayamos a la segunda frase de este versículo que dice: en estos últimos días Dios nos ha hablado por su Hijo.

En pocas palabras, lo que este versículo dice es:

Por lo tanto, si Dios nos ha hablado por última vez, es conveniente que pongamos mucha atención a toda la revelación y de la misma manera y del mismo modo no tratemos de buscar ni agregar nada a esta revelación como algunos lo han hecho.

Y esto lo digo porque que después de la venida de Cristo y de la conformación total del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, hay quienes insisten en decir que aparte de la Biblia hay otras revelaciones que recibieron de Dios y por medio de ellas han engañado a muchos

Por eso Ap. 22:18-19 dice:

Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.

Ahora bien, en este versículo, el Espíritu Santo exalta a Cristo como la expresión final y total de Dios y habla de su excelencia de su superioridad y de su poder, por dos razones: 1) Lo constituyó heredero de todo y 2) Por medio de él hizo el universo.

Y la primera muestra de la excelencia de su superioridad es que la segunda frase de este versículo 2 dice que

lo constituyó heredero de todas las cosas

Y si Dios lo constituyó como heredero de todas las cosas, un heredero hereda por derecho propio todo lo que el padre haya estipulado en su voluntad.

Y el hecho de que, Jesús heredó todo lo que el Padre posee es algo ¡Incomprensible! e ¡Inescrutable! Y nuestra mente chiquita finita y limitada no alcanza a comprender todo lo que esto abarca, todo lo que significa e implica.

Juan Calvino dijo que en este versículo Dios mismo llenó y tributó honores a Cristo por medio de grandes elogios, y todo esto con objeto de que le prestemos y demos la debida reverencia; pues si el Padre lo constituyó heredero de todas las cosas, todos nosotros estamos bajo su única y suprema autoridad.

Y, fuera de Cristo no tenemos ninguna pertenencia, que podamos decir que es nuestra ya que Cristo es el heredero de todas las cosas.

Y ya que no tenemos ninguna pertenencia somos sumamente, y completamente pobres a menos que él nos haga partícipes de su herencia y tesoros.

Y la tercera frase de este versículo de la cual vamos a hablar el próximo jueves dice que además de que es heredero de todas las cosas, todas las cosas fueron creadas por él y si todo fue creado por él, esto prueba dos cosas:

  1. La eternidad de Cristo, porque para crear todo, él tuvo que haber existido antes de que el mundo fuese creado.
  2. Nos muestra su eterna sabiduría por la perfección que existe en cada elemento y parte de la creación

En estos postreros días [Dios] nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo. Si Jesús es el Hijo de Dios, es el heredero de todo lo que Dios posee.

Romanos 11:36 36

 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

O sea, todo lo que existe, existe para Jesucristo.

CONCLUYO CON DOS BUENAS NOTICIAS:
  1. Cuando Cristo vuelva de nuevo a la Tierra, heredará todas las cosas completa y eternamente ya que como dice este versículo es heredero de todo
  2. Nosotros también tendremos una herencia maravillosa al haber sido adoptados como hijos de Dios ya que Ro. 8:16-17 dice:

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Gálatas 4:7 dice: Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo

Colosenses 1:12 dice: con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz

Y esta herencia que tendremos en los cielos es incorruptible como dice 1 Pedro 1:4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros.

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