
Enfocado en la predicación del evangelio de la gracia – Hechos 20-24
Hoy meditaremos en las palabras que dijo el apóstol Pablo en Hechos 20:24, y de la importancia de estar enfocado en aquello a lo que Dios nos ha llamado: predicar el evangelio de la gracia. Dice así:
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.”
El apóstol Pablo pronunció estas palabras en su discurso de despedida en Mileto, antes de partir a Jerusalén, en donde Pablo sería arrestado por los judíos por no estar de acuerdo en que para alcanzar la salvación era necesario el guardar ciertos ritos, como por ejemplo la circuncisión. Pablo siempre defendió el Evangelio de la salvación y que ésta era sólo por fe y por gracia. Efesios 2:8 dice:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;”.
Pablo entendió muy bien lo que era estar enfocado. El enfoque es la capacidad de saber en dónde poner nuestra atención y centrarnos en ello. Cuando estamos enfocados y centrados en lo que Dios nos pide y ponemos a trabajar los dones y los talentos que Él ha dado a cada uno de sus hijos, el resultado siempre será positivo para la gloria de Dios y el extendimiento del reino de Jesucristo.
Pablo siempre supo mantenerse enfocado y centrado en el llamado de Dios, a pesar de las amenazas y persecución que él vivió, siempre supo cuál era la meta de su supremo llamamiento, predicar el evangelio de la gracia. El apóstol Pablo nos enseña que esta carrera la debemos llevar a cabo, a pesar de todo lo adverso que pueda ser, y nos dice una cosa más, hacerlo con gozo, como hijos de Dios y fieles discípulos del Señor Jesús, y en la carrera que cada creyente habrá de correr, roguemos a Dios y en el nombre de Jesucristo mantenernos enfocados y centrados para aquello que Dios nos ha llamado, y lleguemos a la meta con el gozo que da saber que fuiste un siervo útil. Y nunca olvidemos que para toda carrera hace falta ejercitarnos y que para esta carrera que es espiritual la manera de hacerlo es a través de la palabra.
Salmos 119:105 dice:
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.”
No tardemos en buscar a Dios en oración para que Él nos dé luz y dirección para guiarnos a tomar las mejores decisiones. Nuestro Padre Celestial anhela guiarnos y dirigirnos para tomar decisiones correctas llevando a cabo su voluntad.
Recuerda, el tiempo de oración y comunión con Dios ha de ser una prioridad en la vida del creyente.