
Sociedad Femenil Lidia – 14 octubre, 2020
Seguimos con el estudio sobre La Reforma
El tema: Juan Calvino en Suiza
De los libros:
– Forjadores de la fe. Ismael Amaya. Edit. Logoi
– Institución de Juan Calvino. Juan Calvino. Edit. De literatura Reformada
Himno «Sublime gracia»
14 de octubre 2020
JUAN CALVINO EN SUIZA
Para retomar el hilo de nuestra historia recordemos brevemente lo que vimos hace ocho días.
Calvino había nacido en Francia, a donde había llegado el protestantismo preveniente de Alemania y Suiza. En Francia gobernaba Francisco I, cuya actitud vacilante obstaculizó la propagación de las ideas de la Reforma, sin embargo Calvino, en ocasión de la toma de protesta su amigo Nicolás Cop como rector de la Sorbona, ambos se declaran en favor de las enseñanzas de Lutero, y se ven obligados a huir.
En 1536, el año de la publicación de las Instituciones, Calvino era reconocido como el líder protestante número uno, no sólo en Francia sino también en Suiza, y como ya mencionamos, al verse en la necesidad de dejar el suelo francés Calvino hizo de Suiza el terreno de sus actividades. Y bajo su hábil dirección, el centro de influencia de la Reforma se trasladó de Wittenberg a Ginebra.
¿Cómo sucede este cambio? Analicemos el ambiente que existía en Suiza. En ese momento Ginebra estaba en convulsión a causa de las actividades reformistas. El pueblo estaba dividido en asuntos de religión. El clero católico apoyaba al obispo, y para combatir la “herejía”, estaban dispuestos a buscar la ayuda de los Duques de Saboya, quienes desde hacía tiempo deseaban ejercer control sobre la ciudad.
Sin embargo, los sentimientos que predominaban en Ginebra estaban en contra de los Saboya y a favor de la independencia, y la fe protestante. Como consecuencia, el protestantismo se estableció como la religión oficial en los cantones franceses de Suiza.
En octubre del mismo año de la Reforma es decir en 1517, también se estableció el protestantismo en Lausana, y en diciembre se publicó un edicto estableciendo la fe protestante en Ginebra.
Después de la publicación de las Instituciones, Calvino salió de Basilea y se dirigió a Ferrara en Italia, poco tiempo después salió rumbo a Estrasburgo, pero la guerra entre Carlos V y Francisco I le obligó a desviarse a Ginebra, con la intención de pasar solo una noche en esa ciudad sin embargo, era ahí donde habría de radicar y desempeñar su gran obra evangelizadora.
Hizo un viaje rápido a Basilea por asuntos de negocios y finalmente regresó a Ginebra donde se establecería los siguientes 28 años, con la meta de organizar a dicha ciudad como una comunidad teocrática siguiendo el patrón de las Escrituras como él las entendía.
Ginebra, una teocracia. Así Guillermo Farel y Calvino quien había precedido a éste último en la exposición de doctrinas protestantes en los cantones franceses en Suiza trataron de convertir a Ginebra en una teocracia.
Ambos reformadores presentaron una serie de proposiciones al consejo de la ciudad, que fueron aprobadas el 16 de enero de 1537. Según las siguientes ordenanzas:
- La Santa Cena debía celebrase cuatro veces al año
- La disciplina debía imponerse por medio de la excomunión
- Se prepararía un catecismo para los niños
- Se introduciría el canto congregacional y
- Se establecerían algunas reglas para la observancia del domingo.
El catecismo aparece al poco tiempo. Enseguida el consejo ordenó a todos los oficiales de los 26 distritos de Ginebra que dieran órdenes a la población de reunirse a una hora específica en la catedral de San Pedro para escuchar la lectura del catecismo, y promover aceptarlo como la única doctrina verdadera. Hubo bastante oposición a esta manera de proceder, pero el gobierno amenazó al pueblo con expulsar a todos los que no obedecieran.
Farel y Calvino pronto se dieron cuenta de que tenían muchos enemigos entre los antiguos ciudadanos de Ginebra, los cuales no estaba dispuestos a soportar el dominio de los ministros.
Las elecciones para el consejo del pueblo en febrero de 1537 habían sido favorables a Farel y a Calvino, pero al año siguiente el pueblo eligió a un grupo de concejales opuestos a los reformadores, y Farel y Calvino no pudieron hacer nada para evitarlo. Cuando el consejo aprobó nuevas medidas en relación con la observación de la Santa Cena comenzaron las dificultades. Calvino insistía en que el estado no tenía autoridad para dictar el pueblo en asuntos de religión. El Domingo de Resurrección Farel y Calvino rehusaron servir la Santa Cena usando pan sin levadura. Como resultado de su actitud rebelde, el gobierno envió a Farel y a Calvino al exilio. Cuando Calvino es expulsado, acepta la invitación de Martin Butzer, de ir a Estrasburgo.
Butzer un teólogo protestante que había aceptado una posición intermedia entre Zwinglio y Lutero. La posición mediatora de Butzer en Estrasburgo hizo de esta ciudad y sus reformadores un factor muy importante en la Reforma.
Influencia decisiva. Calvino vive tres años en Estrasburgo, donde se casa con Idelette de Bune, una hermosa dama de salud delicada que fallece luego de dar a luz a un hijo que también muere a las dos semanas de nacido.
Calvino permanece en Estrasburgo de 1538 hasta 1541, y en este tiempo el pensamiento de Butzer influye de manera determinante en Calvino, especialmente en el concepto de la Eucaristía.
Calvino rechazaba tanto la idea de que la Eucaristía era sencillamente un acto conmemorativo; como el concepto de la presencia física de Cristo con los elementos. Más bien adoptó el de que Cristo estaba presente en el sacramento y que el participante solo lo recibía espiritualmente. Posteriormente, Calvino introdujo un nuevo orden del culto de adoración que se estableció dondequiera que se organizaron iglesias calvinistas que consistía en:
- la invocación
- oración,
- confesión
- absolución a todos los que estuvieran sinceramente arrepentidos
- el canto de un salmo
- y la bendición.
Los salmos que se cantaban eran sacados directamente del libro de los Salmos, a los cuales Calvino ponía música.
Mientras tanto las cosas en Ginebra no iban muy bien. La ciudad se encontraba dividida en sus opiniones. Un primer grupo quería volver a la fe católica, un segundo grupo apoyaba a los reformadores Farel y Calvino, y un tercero quería aceptar la dirección del cantón de Berna, con el cual las autoridades de Ginebra habían llegado a un acuerdo.
Aprovechándose de esta división, los católicos concibieron la esperanza de que Ginebra podía ser persuadida a volver a la fe católica. Lo que no sucedió.
El Consejo de Ginebra, cansado de las divisiones y deseando poner la situación en las manos de alguien que pudiera mantener la paz y creyendo que Calvino era el único que podía hacerlo, lo invitaron a volver a Ginebra.
Calvino regresó a Ginebra en 1541, y en seguida se dio a la tarea de poner en orden la organización religiosa de la comunidad, de tal manera que hiciera de la ciudad un modelo de gobierno cristiano.
El 20 de noviembre se publicaron las nuevas ordenanzas, las cuales habían sido escritas originalmente por Calvino, revisadas por el consejo, y finalmente aceptadas por el pueblo. Las mismas organizaban la ciudad en cuatro grupos.
1. La asociación de ministros conocida como la venerable compañía de pastores. Esta asociación se reunía una vez al mes para el estudio de las Escrituras, y cada tres meses para asuntos espirituales.
2. El grupo de los maestros, los cuales estaban encargados de enseñar la pura doctrina a los niños.
3. El consistorio, compuesto de doce ancianos elegidos por el concejo de la ciudad. Ellos tenían la responsabilidad de vigilar la conducta y las opiniones de la gente. Cada anciano tenía la jurisdicción sobre un distrito de la ciudad.
4. Los diáconos, que estaban encargados de los negocios de la iglesia, los asuntos financieros, proveer para los pobres, administrar las obras de caridad, cuidar de los enfermos, y mantener el control de los hospitales.
Según las ordenanzas, estas cuatro órdenes habían sido instituidas por Cristo para gobierno de su Iglesia.
La intolerancia. Sin duda alguna Calvino un hombre cuyo trabajo estuvo inspirado por Nuestro Señor, no era un hombre perfecto, y hubo un aspecto negativo que contaminó la actuación de Calvino: su intolerancia.
Bajo este sistema Ginebra se convirtió en la “Ciudad de Dios” y Calvino en su “guía espiritual”. Al principio hubo mucha oposición y crítica, porque era difícil para los pastores someter toda su vida privada y pública a este régimen. Pero Calvino, considerado un hombre de carácter rígido, aplastó toda señal de insubordinación. Consciente de un llamado divino, creía que no se debía mostrar misericordia a nadie que cuestionara lo que creía eran las enseñanzas de las Escrituras.
Todos debían conformarse al sistema, o de lo contrario tendrían que pagar las consecuencias.
Hubo algunos terribles ejemplos de la rigidez de su criterio, pero sin duda, el más notable fue la ejecución de Miguel Serveto, un médico español enemigo acérrimo de Calvino, que mantenía una posición antitrinitaria, que fue condenado a ser quemado vivo.
En honor a la justicia tenemos que decir que Calvino no ordenó directamente ésta y otras ejecuciones, sino que fueron el resultado del proceso judicial de Ginebra. Pero, en razón de que el sistema estaba controlado por Calvino, él tenía el poder de impedirlas. Pero no lo hizo, pues en su opinión el hacerlo habría sido interferir con la justicia divina.
Un gobierno organizado bajo este sistema no agradó a muchos de los ciudadanos de Ginebra, varios se oponían abiertamente al sistema. Pero el temible ejemplo de la muere de Serveto silenció a todos, y las siguientes elecciones fueron de nuevo favorables a la causa de Calvino. Un gran número de las familias antiguas abandonaron Ginebra, reduciendo así la oposición.
Al mismo tiempo, la ciudad se había convertido más y más en un lugar de refugio para los perseguidos de la fe reformada que venían huyendo de la persecución de sus propios países especialmente de Francia, Inglaterra, Escocía y los Países Bajos.
Juan Calvino fue sin duda una de las más grandes figuras no solo de la Reforma, sino de la historia, fue un prolífico escritor, y como organizador, a pesar de sus errores, procuró hacer de Ginebra un modelo de gobierno para otros estados, como educador sentó las bases de una moderna instrucción, libre de las supersticiones medievales, fundó en 1559 la Academia de Ginebra que es el antecedente directo de la actual Universidad de Ginebra, una institución de gran reconocimiento internacional.
Sus enormes labores pronto le consumieron sus energías, y le produjeron una dolorosa enfermedad a la cual sucumbió en 1564 a los 54 años de edad.
Y hasta aquí mis queridas hermanas, mi intervención de hoy y nos encontraremos en 8 días Dios Mediante.
Bibliografía
Los Forjadores de Nuestra Fe. Autor: Ismael Amaya Editorial: Logoi Institución de la Religión Cristiana Autor: Juan Calvino Editorial: Editorial de Literatura Reformada Felire (1994)
El versículo para memorizar: Efesios 1:3,4
4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de élEfesios 1:3,4
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