Atendamos nuestra salvación – Hebreos 2:1-4

Meditación de la serie Epístola a los Hebreos‬‬ por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

Es de todo verdadero creyente aceptar que nuestra salvación es por la gracia de Dios, el hombre inmerso en el pecado es incapaz siquiera de aspirar a ella pues su concupiscencia no se lo permite, el quitar el velo solo se da a quien Dios se quiere revelar, recordemos que la revelación es quitar el velo que no nos deja ver la grandeza, misericordia y amor de Dios, es el ir de la oscuridad a la luz, y debemos estar atentos a cuidar nuestra salvación, pues ésta aun cuando nos es dada y no se pierde, podemos perder el gozo de vivir en ella.

El capítulo anterior ha dejado bien sentado que Jesús es el hijo de Dios, por medio de quien se ha revelado a sí mismo y que todo lo que debemos saber de Jehová es a través de Cristo pues él, siendo Dios, ha quedado por encima de todo ángel y profeta, no entendiéndose esto como si lo dicho por los ángeles y profetas no fuese cierto, más lo dicho por Jesús es más claro y más amplio ya que en Él se cumplen las promesas de Dios.

El Espíritu Santo por medio del escritor de Hebreos nos dice que si todo lo revelado por los ángeles y profetas tuvo cumplimiento y hubo una justa reprenda conforme a la Ley de Dios para quienes no obedecieron, cuánto más lo tendrá la revelación que hace a través de su Hijo, y nos advierte tener mucho cuidado pues podemos  resbalar, es decir caer, despreciar la revelación última de nuestro Dios, no menospreciando la revelación de la Ley pero debemos tener cuidado de lo que nos dice su Hijo al cual ungió Él mismo  y de quien recibimos el Espíritu Santo, el cual no fue  proporcionado por  ningún ángel ni profeta.

¿Y quién de estos hizo tantas señales y prodigios?
¿Quién nos anunció una Salvación tan Grande?

Cristo, pues todo aquel que en Él cree será salvo y esta fue la elección que hizo Dios para que el hombre fuera salvo, aquel que escuchará el evangelio, el mensaje de salvación, obtendría la fe en CRISTO.

Y cuando se rechaza o desprecia la revelación de Cristo como el único medio, la Salvación de Dios no se obtiene.

Pues está tratando de obtener la salvación por sus propios medios cuando le es dada por la gracia de Dios y el sacrificio de Cristo.

Y en el versículo 3 nos dice que

La cual habiendo sido anunciada primeramente por el Señor nos fue confirmada por los que oyeron. Hebreos 2:3

  Cristo es el primer heraldo del evangelio y sus discípulos son sus testigos, pues recibieron del Hijo de Dios lo que predicaban, teniendo el apoyo por los milagros y prodigios que hizo nuestro Señor y que, solo siendo el Hijo de Dios, los pudo hacer, manifestando el poder de Dios en Él, pues estos milagros y prodigios, siempre apuntaron a Él como Salvador.

Así que pongamos atención a lo que nos dice el Señor con respecto a nuestra salvación pues Él está por encima de ángeles y profetas y su mensaje es más fuerte y contundente.

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Epístola a los Hebreos

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