Una canción de los escogidos
SALMO 46
I.- INTRODUCCIÓN
Doy gracias a Dios porque en esta época de aislamiento domiciliario nos permite comunicarnos y me permite poder saludarlos afectuosamente a todos ustedes por este medio electrónico.
El día de ayer nuestro hermano Héctor González compartió con nosotros las enseñanzas del versículo 1 del salmo 46 y debido a que es uno de los salmos que han dado confianza y fortaleza a los cristianos en todas las épocas es importante que lo recordemos debido al mundo complejo que estamos viviendo a causa dela epidemia del Coronavirus.
Y por ello vamos ahora a analizar ahora los versículos 2 y 3 de este mismo salmo
Y puesto que el Señor es nuestro refugio y fortaleza tenemos un espíritu que nos permitirá combatir sobre todos los temores de la gente común.
En primer lugar los invito para que nos situemos en el contexto histórico en que fue escrito este salmo, que fue una situación mucho, pero mucho más grave que la del coronavirus:
El salmo fue escrito en el contexto de una guerra mundial.
Un viejo gigante se levantó, el imperio Asirio que intentó dominar el mundo.
En todas partes donde este ejército inmenso llegaba la gente gritaba con angustia ¡corran!¡corran! ¡huid! ¡Vienen los asirios!.
Ya que este ejército fue exageradamente cruel con los habitantes de los pueblos conquistados.
Por donde pasaba quedaban ruinas de casas, las ciudades humeantes las mujeres lloraban sobre los cuerpos muertos, la cosecha era robada y el hambre amenazaba a los sobrevivientes.
Los anales asirios mencionan que en el año 722 a. C. 46 ciudades fuertes, amuralladas de Israel junto con la capital del reino del norte, Samaria fueron conquistados y 200,150 personas fueron deportadas, así como mucho ganado.
Por eso el salmo en el versículo seis habla claramente de una guerra mundial en la que bramaron las naciones y titubearon los reinos.
¿Cuál es el tema principal de este salmo?
Nuestro hermano Héctor lo dijo el día de ayer: “Dios es nuestro amparo y fortaleza”.
Este pensamiento corre a través de los 11 versículos de este salmo.
Suceda lo que suceda, el pueblo de Dios es dichoso y está seguro; esta es la doctrina del salmo y para que no lo olvidemos podría ser llamado “el cántico de la confianza en Dios»
El versículo uno dice: Dios es nuestro amparo y fortaleza,
El Salmo 46 inicia con la palabra Elohim que es la que más se utiliza para referirse al Dios de Israel con un sentido de majestad o rango y de magnitud.
Fíjense bien en el tiempo del verbo ya que la palabra de Dios en esta mañana no dice Dios que será nuestro amparo, que es posible que Dios sea nuestro amparo, que a la mejor Dios es nuestro amparo, o que quizá algún día El será nuestro amparo, sino que dice Dios es nuestro amparo y fortaleza.
El salmo empieza diciendo nuestra seguridad está en Jehová de los ejércitos que es nuestra fortaleza. Jehová, el Dios vivo y verdadero.
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Todos, todos los que confiamos en Dios en algún momento nos encontraremos en tribulaciones de diferente tipo pero nuestra confianza es que Dios:
No se encuentra lejano de nosotros, y no tarda en darnos una respuesta, ¿por qué? Porque el es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Esta imagen es sumamente poderosa ya que los terremotos son experiencias que no se pueden predecir, son eventos que llegan sin aviso.
No hay duda de que los terremotos causan estragos a las ciudades y pueden destruir en segundos lo que se ha construido en siglos.
Para los israelitas los terremotos eran símbolos de caos y destrucción.
Algunos de los que estamos aquí experimentamos el sismo del 85 pero todos, todos fuimos sacudidos por los dos sismos de septiembre (7 y 19 de septiembre de 2017) y por el cuidado y la gracia de Dios estamos vivos en esta mañana sin haber sufrido algún daño mayor.
Y esta es una prueba indubitable de su amor, de su gracia y de su cuidado por nosotros ya que dice la Biblia que aún todos los cabellos de nuestra cabeza están contados
Porque estamos en las manos de Dios y dice el pasaje por lo tanto no temeremos aunque la tierra sea removida
De la misma manera cuando a la vida del ser humano llegan eventos que son como terremotos, que no avisan y causan caos en la vida, Dios es como un castillo en el cual podemos refugiarnos para recibir protección y seguridad
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
El salmista, utiliza modos hiperbólicos de expresión,
Y esta primera estrofa del salmo describe en dos versos, con énfasis más sonoro que visual, el asalto cósmico del océano contra la estabilidad de la tierra, firmemente fundada por Dios sobre las aguas (Sal 136,6 y otros):. Los montes, aplomados para siempre (Sal 65,7), tiemblan y son engullidos por el océano.
Con Dios a nuestro lado sería irracional tener miedo, pues donde está Él, está todo el poder y todo el amor.
Lo importante es que debido a que Dios es nuestro amparo y fortaleza y nuestro pronto auxilio en las tribulaciones no tendremos miedo aunque los mismos montes sean tragados por el mar
Y el pasaje continúa hablando del mar y dice:
3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
Un comentarista dijo que las aguas del mar Braman y se turban y los montes se agitan cuando el océano invade la tierra firme cuando hay un tsunami.
La semana próxima vamos a analizar juntos los versículos 7 y 11 pero por ahora solo voy a leer el v. 7 que dice
7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
El señor del universo es nuestro amparo y fortaleza.
El salmo 46 es una invitación a confiar y esperar en Dios en momentos de angustia y en medio de las dificultades
Sólo en Dios podemos encontrar esperanza de seguridad.
En diversas épocas los hombres se han jactado de sus castillos inexpugnables, colocados en peñascos inaccesibles y reforzados con puertas de hierro, pero Dios es un refugio mucho mejor que todos estos en el momento de la tribulación.
Este salmo nos invita a ver a Dios como un castillo, fortaleza, alcázar en el cual podemos refugiarnos en medio de las tormentas de la vida
El mejor lugar para pasar los huracanes y terremotos de la vida es Dios. El lugar donde más seguros vamos estar y donde experimentaremos paz es Dios.
Dios es el mejor amparo, fortaleza, Castillo y refugio durante las dificultades de la vida.
Sólo Dios puede traer orden en medio del caos, esperanza en medio de la angustia.
Salmos 46 – Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Dios es nuestro amparo y fortaleza
Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot.
46 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del Altísimo.
5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.
7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
8 Venid, ved las obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la tierra.
9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la lanza,
Y quema los carros en el fuego.
10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
Reina-Valera 1960 (RVR1960) © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Muchas bendiciones hermano Mercado;
Me encantó y llenó de bendición mi Espíritu.
Dios lo bendiga!!!!
Atte: Hna. Ana Ventura