Solo uno es el que redime

Meditación sobre Rut 4:1-22 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles

CDMX, viernes 4 de diciembre de 2020

Booz se acercó a Rut y le dijo: Yo te voy a rescatar; Rut por su parte le dijo a Booz Te respeto, confío en ti y pongo mi destino en tus manos, extiende tu manto protector sobre mí, se mi Goel, Booz prometió redimirla confiando en Dios, reconoce que no es el pariente más cercano y que él no podía ejercer su derecho de pariente-redentor a menos que, quien era el más cercano renunciara a sus derechos.

Booz sabía que, si realmente esto era de Dios, entonces nada se interpondría y él podría ser el Goel de Rut con todo orden y propiedad.

Noemí al escuchar todas estas cosas, aconseja a Rut esperar para ver qué sucedería con el pariente cercano, porque está segura de que Booz hará todo lo posible para cumplir su promesa.

En los versículos 1 y 2 de nuestro pasaje dice:

1 Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó.
2 Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.

La puerta de la ciudad era un lugar importante, donde se trataban los asuntos de justicia.

Era el lugar donde se sentaban los hombres honorables de la ciudad. Era importante tener una buena reputación con los ancianos en la puerta de la ciudad, porque ellos eran los encargados de arreglarlas disputas y servir de testigos en los contratos.

Booz estaba decidido a encontrarse con el pariente cercano, cuando éste saliera de la ciudad hacia sus campos para segar, o entrara a la ciudad. Booz esperó en la puerta para poder resolver este asunto de Rut.

Cuando pasó el pariente le llamo le pidió siéntate acá, no se menciona el nombre, pero sí que el pariente se sentó a su lado con los ancianos.

En los versículos 3 y 4 dice:

3 Luego dijo al pariente: Noemí, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec.
4 Y yo decidí hacértelo saber, y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; y si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.

Booz menciona algo de todos conocido, que Noemí regreso y centra su estrategia en que ella vende las tierras que fueron de Elimelec.

Le pide que tome una decisión y marca su intención redimir si él no lo hace.

Si se negaba, podría haber sido criticado y hubiera quedado socialmente desacreditado ante los ancianos del pueblo. Se podría pensar que el pariente era un hombre generoso que estaba dispuesto a desempeñar el papel de redentor.

El pariente tal vez no estaba bien informado, por lo que medita, si Noemí no tiene hijos las tierras podrían llegar a ser suyas perpetuamente. Por lo que contesta afirmativamente yo redimiré.

En el versículo 5 dice:

5 Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión.

Ahora Booz presentó la situación completa al pariente, se trataba de ser el goel de Rut. Si sólo se trataba de un asunto de propiedad, era fácil decidir; pero si debía tomar a Rut la moabita por esposa, eso ya era otra cosa. En Deuteronomio 23: 3 estaba escrito lo siguiente: «No entrará el amonita ni el moabita en la congregación del Señor».

En el versículo 6 dice:

6 Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.

Ante esto, el pariente podía pensar que si facilitaba la entrada de Rut al pueblo, podría hacer peligrar su propiedad. Él sabe que el primer hijo que tenga con Rut será de Elimelec y la propiedad será restaurada a la familia del difunto en el año del jubileo.

El pariente probablemente era un hombre casado y llevar a una moabita a su casa como segunda esposa, sería bastante incomodo, por lo que decide olvidarse de las tierras y que sea Booz el que tome el derecho de redimir a Rut.

En los versículos 7 y 8 dice:

7 Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que, para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel.
8 Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y se quitó el zapato.

La ceremonia del zapato descrita en Deuteronomio 25: 5-10, se realizaba cuando un pariente declinaba su responsabilidad. El que declinaba se quitaba su sandalia y la mujer a quien él se negaba a honrar le escupía en su cara.

En esta ocasión esto no se hizo, porque no había falta de honor, solo se realizó la parte de la sandalia. El pariente más cercano se quitó el zapato y le dijo a Booz, tu redime las tierras ya que tú también estás dispuesto a redimir la posteridad de Elimelec tomando a Rut como esposa, algo que yo no puedo ni estoy dispuesto a hacer.

En los versículos 9 al 10 dice:

9 Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón.
10 Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.

Con el zapato en la mano, como quien tiene un documento legal Booz termino la transacción llamando a los diez ancianos, y a los que estaban observando en la puerta de la ciudad, a ser testigos que ahora era él quien redimía a partir de ese día las propiedades de Elimelec, Mahlón y Quelión. Y que también tomaría a Rut como su esposa.

En los versículos 11 al 14 dice:

11 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén.
12 Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te dé Jehová.
13 Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo.

Todos los que estaban en la puerta aquel día, junto con todo el pueblo se alegraron por lo ocurrido en las vidas de Booz y Rut y lo compararon con los patriarcas bíblicos. Noemí necesitaba un redentor para continuar la descendencia de Elimelec.

En el versículo 17 dice:

17 Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.

Podemos concluir hermanos, que el amor de Booz por Rut fue públicamente reconocido y registrado por el pueblo de Belén y el hecho de que hayan criado un hijo al fallecido Elimelec era evidencia de la bendición de Dios.

El hijo de Rut y Booz se llamó Obed. Él tuvo un hijo llamado Isaí. A su vez Isaí tuvo un hijo llamado David, y David tuvo un descendiente llamado Jesús

Hermanos, Nuestro Dios está presente a lo largo de la historia, así como Booz fue el pariente redentor de Rut, el señor Jesús vino a este mundo por amor, para ser nuestro redentor

El apóstol Pablo en Gálatas 4: 4 y 5: nos dice:

4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Hermanos, tengamos presente que nuestro señor Jesús nació al cumplimiento del tiempo en este mismo pueblo de Belén de Judea para venir a salvarnos a ti y a mí. Solo tenemos que reconocer que nosotros, no podemos salvarnos por nuestros propios medios, solo Cristo es el único que puede rescatarnos. Él es nuestro pariente-redentor por la gracia de Dios.

A.I. Nelson Daniel Miranda Giles.

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