Imposible

Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuera retenido ir ella Hechos 2:24

Pedro, en su sermón en Pentecostés Hechos 2:24dice que fue imposible que Cristo fuera retenido por la muerte. Esta es la explicación no solo de la resurrección sino también de Pentecostés. Esta también es una de las creencias fundamentales, esenciales e indispensables de la fe cristiana. Si alguien no cree en la resurrección no puede llamarse cristiano, ya que es imposible ser cristiano sin creer en la resurrección.

Hoy en día, muchos toman una postura contaría a la de Pedro. Ellos dicen que lo que es imposible es la resurrección. Esto por supuesto no es moderno, en negar la posibilidad de la resurrección los modernistas no son nada modernos. En el mismo libro de Hechos, en el capítulo 17, versículo 32, leemos acerca de la reacción a la predicación de Pablo que firmaba la resurrección de Jesús, “cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban…”. En esto, los modernistas son muy anticuados y excesivamente tradicionalistas.

Esto lo dicen en contra a todas las pruebas históricas. Los historiadores, aun los incrédulos, en general, aceptan todas las evidencias y aunque no creen en la resurrección, admiten que, según todas las normas de las pruebas históricas, los datos establecen la resurrección de Jesús como un hecho histórico. A la vez, afirman que el asunto va más allá de su capacidad de investigar en la naturaleza de tales asuntos. Su postura es algo como un agnosticismo decente.

La Biblia en muchas partes, habla de una persona que fue confirmada como muerta, y que, luego, esta misma persona fue confirmada como viva. Se habla. Por supuesto, de Jesús. Las pruebas son tales que no se puede dudar de la veracidad de las dos condiciones: muerto o vivo.

Pedro va más lejos. Dice que según la revelación de Dios, en cuanto a sus promesas, planes y propósitos, fue imposible que no fuera un hecho la resurrección del Hijo de Dios hecho hombre. Pablo le respalda. En Primera de Corintios 15, hablando de la resurrección y antes de prensar las pruebas históricas, que incluye los 500 testigos que vieron, a la vez, a Jesús, vivo y resucitado, después de su muerte, dice que lo sabíamos antes, conforme a las Escrituras, (vv.3,4). Y así es: sabemos por la revelación de Dios, en cuanto a sus promesas, planes y propósitos, que es imposible que Jesús fuera retenido por la muerte.

Editorial Publicado 27 de marzo de 2005, en el boletín Buen Oleo, Iglesia Nacional Presbiteriana

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