El sermón del monte – Parte 6 – Cuarta Bienaventuranza

Meditación por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

Mateo 5:1-12
1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

¿Cuál es la cuarta bienaventuranza?

6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

INTRODUCCIÓN

En este versículo tenemos una de las descripciones y afirmaciones más notables del evangelio ya que nos habla de todos los que se sienten infelices por el estado espiritual en el que viven, y de los que anhelan un orden y nivel de vida espiritual más pleno

Este versículo también es muy doctrinal porque pone de relieve una de las doctrinas fundamentales del Evangelio, es decir, que nuestra salvación es enteramente por gracia, es decir que es totalmente un don gratuito de Dios y que la justicia de la que tenemos hambre y sed solo la podemos lograr por la gracia de Dios mediante la fe en Cristo.

Ahora bien, resumiendo lo que hemos visto en los jueves anteriores nos podemos dar cuenta que las primeras cuatro bienaventuranzas muestran una progresión espiritual que tiene una lógica  muy perceptible.

Esta cuarta bienaventuranza; es una afirmación que se deriva de las `primeras tres bienaventuranzas y es la conclusión lógica a la que llegan,

El renombrado escritor John Stott lo describió de esta manera:

Cada paso lleva al siguiente y presupone el anterior. Para comenzar, debemos ser «pobres de espíritu» reconociendo nuestra completa y terrible bancarrota espiritual ante Dios. Enseguida debemos «llorar» por la causa de esta bancarrota, es decir por nuestros pecados y por -La corrupción de nuestra naturaleza caída, y por el reino del pecado y la muerte en el mundo.

En tercer lugar, debemos ser «mansos y humildes hacia los demás, permitiendo que nuestra pobreza espiritual condicione nuestra conducta tanto hacia nuestro prójimo como hacia Dios.

Y en cuarto lugar debemos tener hambre y sed de justicia. Porque ¿cuál es la utilidad de confesar y lamentar nuestro pecado, de reconocer la verdad sobre nosotros mismos ante Dios y los hombres, si nos quedamos allí? La confesión de pecado tiene que conducir al hambre y sed de justicia.

Y es un hecho que no podemos alcanzar esa justicia con nuestros propios esfuerzos.

I ¿QUÉ ES TENER HAMBRE Y SED DE JUSTICIA?

Esta hambre y la sed de justicia es algo profundo, hondo, que se sigue sintiendo hasta que se satisface. Duele, causa sufrimiento; es como el hambre y la sed de nuestro cuerpo. Es algo que va en aumento y que lo hace a uno sufrir y agonizar.

Tener hambre y sed suele ser una descripción de los desdichados y no de los bienaventurados. Pero no se habla aquí de un hambre y sed materiales, sino de sufrir por no tener lo suficiente para tener una vida espiritual plena

¿Qué quiere decir tener hambre y sed?

Quiere decir sin duda alguna de que tengamos conciencia del dolor de nuestra profunda y gran necesidad espiritual.

John Stott también dijo que el tener hambre espiritual es una característica de todo el pueblo de Dios, cuya ambición suprema no es material sino espiritual. Los cristianos no están como los paganos, absortos en la búsqueda de logros materiales; sino que se han propuesto «buscar primero» es el reino de Dios y su justicia.

II ¿QUÉ SIGNIFICA HAMBRE Y SED DE JUSTICIA?

El Dr. Martyn Lloyd Jones en su libro sobre el sermón del monte menciona 4 significados del hambre y sed de justicia

  1. Tomando en cuenta las 3 bienaventuranzas anteriores el hambre y sed de justicia incluye no sólo la justificación sino también la santificación esto es , desear ser Santos

Es decir, deberíamos tener hambre y sed de justicia y de santificación, lo que significa el deseo de liberarse del deseo de pecado del poder y y tiranía y esclavitud del pecado en todas sus formas y manifestaciones., porque el pecado nos separa de Dios.

En otras palabras, anhela la liberación de lo que podríamos llamar la contaminación del pecado ya que el pecado contamina la esencia misma de nuestro ser y de nuestra naturaleza y el cristiano es alguien que desea verse libre de todo eso

  • El que tiene hambre y sed de justicia es el que se da cuenta que el pecado y la rebelión lo han apartado de Dios y desea con todo su corazón restaurar su relación con Dios, la relación original de justicia que el hombre tuvo en el huerto del Edén cuando disfrutaba de la presencia de Dios.
  • El que tiene hambre y sed de justicia es el que desea vivir las bienaventuranzas, es el que desea tener los frutos del Espíritu Santo en todas sus acciones y actividades diarias y, en toda su vida.

¿Qué más significa tener hambre y sed de justicia?

  • Significa el deseo supremo que uno tiene en la vida de vivir en comunión con Dios al respecto el salmista expresó su sed espiritual en el Salmo: 42:1 que dice Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma míaMi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo

En cuanto a nuestra comunión con Dios

Y 1 Juan 1:3 dice nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

También 1 Juan 1: 5 dice Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él Estar en comunión con Dios quiere decir andar con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo en la luz, en esa pureza y santidad benditas.

III ¿CUÁL ES LA BENDICIÓN DE ESTA BIENAVENTURANZA?

Si queremos ser verdaderamente felices y bienaventurados, debemos tener hambre y sed de justicia. Y ser saciados es lo que da  Dios a los que buscan la justicia.

Porque la bendición de esta bienaventuranza es que Los hambrientos y sedientos de justicia serán totalmente justificados.

¿CÓMO SOMOS JUSTIFICADOS?

Al creer en Cristo somos saciados y cuando somos saciados debemos dar gracias a Dios porque la justicia de Cristo nos es imputada y Dios nos ve a través de la justicia de Cristo y ya no ve más el pecado sino al pecador que ha perdonado.

Por eso Jesús dijo:

Juan 6:35

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás

Hemos sido justificados por Cristo por la pura gracia de Dios, y nuestros pecados han sido perdonados.

Y al no estar  bajo la ley, sino bajo la gracia;  hemos sido llenados con la justicia de Cristo

Pero quiero aclarar que la promesa de ser saciados absolutamente, totalmente y con toda perfección se cumplirá en la eternidad.

Llegará un día en que todos los que creemos en Cristo y le pertenecemos al ser justificados por la fe nos presentaremos ante Dios sin falta, sin reproche, sin arrugas, todas nuestras manchas habrán desaparecido y tendremos un cuerpo perfecto. Y nuestro cuerpo de humillación será transformado y glorificado y será como el cuerpo glorificado de Cristo.

IV CONCLUYO

Termino con 2 preguntas ¿Hemos experimentado la bienaventuranza de tener hambre y sed de justicia? ¿Hemos sido saciados?

La promesa gratuita, gloriosa y maravillosa de Dios para todos nosotros en este hermoso día es: «bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados”

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