La tecnología en la Biblia – El becerro de oro

Meditación sobre Éxodo 31:1-11 por el A.I. Saulo Murguia A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

Todos los días utilizamos algún tipo de tecnología.
La influencia de la tecnología en nuestras vidas se remonta a miles de años, hasta el uso de la herramientas más simples como una pala o una lanza.

Ya sea tan simple como un lápiz o tan complejo como los sistemas que se proponen conectar el cerebro con una computadora, la tecnología está por todas partes.

En las últimas décadas, hemos visto un crecimiento exponencial en la innovación tecnológica.

Esto ha llevado a que muchos se hagan preguntas fundamentales sobre cómo usamos la tecnología y qué tipo de influencia tiene en nuestras vidas como creyentes.

¿Realmente aborda la Biblia estas preguntas?

Las Escrituras hablan de cómo debemos vivir en este mundo a la luz del mensaje de salvación que se encuentra en Cristo Jesús.

La tecnología siempre ha planteado problemas éticos y morales difíciles que las Escrituras no abordan de forma directa.

Y por mucho que lo deseemos, la Biblia no aborda explícitamente cómo usar o cuándo evitar ciertas piezas de tecnología.

Sin embargo, si aborda el comportamiento moral de los cristianos en la vida cotidiana.

El enfoque bíblico de la tecnología no es ni renunciar totalmente a ella, ni abrazar la tecnología como algo incuestionable.

La tecnología como herramienta

En los primeros capítulos del Génesis, leemos acerca de cómo Dios creó el mundo entero y lo llamó bueno.

En el sexto día, creó al hombre y luego pronunció la creación como «muy buena».

Cuando Dios creó a la humanidad a su imagen, estableció que el trabajo es bueno.

En Génesis 2:15, colocó a Adán en el jardín «para trabajar y cuidarlo». Les dio a Adán y Eva la capacidad de crear y cultivar, diferenciándolos del resto de la creación.

Aunque la caída de Adán y Eva alteró el mundo entero y la relación del hombre con Dios, no cambió la necesidad que teníamos de crear para cumplir con las responsabilidades que Dios nos había asignado.

Se utilizó tecnología que podríamos llamar básica para ayudar en el cumplimiento de este mandato cultural, muy probablemente en forma de herramientas utilizadas para cultivar la tierra.

Antes de la caída, estas herramientas se usaban únicamente para nuestro bien y la gloria del Creador.

Ahora, sin embargo, usamos a menudo las habilidades que Dios nos ha dado para hacer cosas que a Él no le agradan.

Entender la tecnología como una herramienta nos ayuda a ver lo bueno y lo malo que puede provenir de la tecnología, además de mostrarnos la influencia que estas herramientas tienen en nuestras vidas.

.. y lo he llenado del Espíritu de Dios

Sigan por favor conmigo la lectura del pasaje que se encuentra en Éxodo 31:1-11

1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:
2 Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;
3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,
4 para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,
5 y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor.
6 Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado;
7 el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio que está sobre ella, y todos los utensilios del tabernáculo,
8 la mesa y sus utensilios, el candelero limpio y todos sus utensilios, el altar del incienso,
9 el altar del holocausto y todos sus utensilios, la fuente y su base,
10 los vestidos del servicio, las vestiduras santas para Aarón el sacerdote, las vestiduras de sus hijos para que ejerzan el sacerdocio,
11 el aceite de la unción, y el incienso aromático para el santuario; harán conforme a todo lo que te he mandado.

El Éxodo es el segundo libro de la Biblia se calcula que fue escrito aproximadamente en el año 1400 AC. Narra la esclavitud de los hebreos en el antiguo Egipto y su liberación a través de Moisés, quien los condujo hacia la Tierra prometida.

En el pasaje que acabamos de leer Dios describió la sabiduría y el entendimiento que les había dado a los hábiles trabajadores israelitas para construir el tabernáculo de reunión y todos los utensilios necesarios para que su pueblo pudiera adorarle. Hasta ahí, todo parece ir muy bien.

… haznos dioses que vayan delante de nosotros

Lamentablemente, en el siguiente capítulo (32), a los israelitas -ya dotados con esas habilidades- se les ocurre una gran idea. Veamos lo que dice en Éxodo 32:1-4

1 Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.
2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.
3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón;
4 y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

Eso fue lo que sucedió cuando estas habilidades se aplicaron para el mal. Fabricaron el becerro de oro para ser adorado por los israelitas, como si ese becerro y otros ídolos fabricados por ellos hubieran sido quienes los habían sacado de la esclavitud, revelando sus idolatrías ocultas y su falta de fe en Dios.

Las habilidades eran las mismas, pero el producto era diferente.

El desenlace de esta historia lo pueden leer en el capítulo 32 del libro de Éxodo.

¿Cuántos becerros de oro hemos fabricado? Los dejo con esa pregunta en mente.

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