El cristiano y la ley
Meditación sobre Mateo 5:17-21 por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
En este hermoso día reciban un afectuoso saludo y un cordial abrazo
La meditación del jueves pasado y la de hoy tienen relación con las palabras que nuestro Señor y Salvador Jesucristo pronunció acerca de las escrituras del Antiguo Testamento, las cuales encontramos en el evangelio de Mateo 5: 17 al 21 que dice:
17 'No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.'
19De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos
21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio
I. INTRODUCCIÒN
A partir del versículo 17 de este capítulo 5 de Mateo entramos en una nueva división del Sermón del Monte
Y es importante que por un momento pensemos en el esquema general del Sermón del Monte y veamos cada una de sus partes en relación con el todo.
En este maravilloso sermón nuestro Señor y Salvador Jesucristo en primer lugar pronunció las bienaventuranzas que nos dan una descripción general de los ciudadanos del reino de los cielos y en seguida nos habló de la tarea vital e importante del cristiano de ser la sal de la tierra y la luz del mundo.
Luego en los versículos 17-20, habló de que las escrituras son absolutas y eternas
Y ahora para entender el verdadero sentido delSermón, es indispensable que comprendamos la conexión exacta entre lo que nuestro Señor empieza a decir a partir del versículo 21 y lo que sigue.
¿por qué digo esto?
Porque las primeras 7 palabras del versículo 21 nos orientan hacia la ley con una nueva perspectiva. La de mostrar que la ley moral sigue siendo válida y que es importante que la cumplamos
Y las siete palabras que son: “Oísteis que fue dicho”, se repiten en varias ocasiones y con estas palabras establece una relación directa entre el cristiano y la ley moral. Y Era imprescindible y necesario que lo hiciera porque las personas a las que estaba predicando eran judíos que se basaban en la ley, y ellos juzgaban cualquier enseñanza nueva de acuerdo a la ley.
Por ejemplo, el versículo 21, en primer lugar, menciona alguno de los mandamientos, y luego lo contrasta con la enseñanza falsa de los escribas y fariseos, para mostrar la relación del cristiano y la ley moral.
Y a partir de este versículo encontramos seis ejemplos prácticos que incluyen seis contrastes, cada uno de los cuales inicia con las palabras: ‘Oísteis que fue dicho a los antiguos, y después, pero yo os digo.
Estos seis ejemplos que nuestro Señor escogió son ilustraciones de principios, para enfatizar que lo que importa es el espíritu y no la letra; y la intención, el objetivo y el propósito son lo importante. Ya que la vida cristiana es una relación directa, viva y genuina con Dios.
Ahora bien, con estos seis ejemplos nos muestra que en aquel entonces podía haber habido fariseos celosos, cumplidos y apegados a la ley escrita, pero que al mismo tiempo eran pecadores atroces.
Y lo mismo pasa hoy en día si alguna persona asiste a la iglesia todos los domingos, pero no ha nacido de nuevo por la Palabra, y no ha tenido un cambio en el hombre interior, y aunque asiste a la iglesia no es ciudadano del Reino de los cielos y lo demuestra porque su comportamiento es el de un pecador atroz. Por eso el Señor dijo: por sus frutos los conoceréis
El Dr. Gerald Nyenhuis dijo que, la enseñanza es que el pecado es un asunto del corazón, de intención y de acto; de todo el ser y no simplemente de una exterioridad formal, como enseñaban los fariseos. y que, por ejemplo. el asesinato, por malo que sea, es realmente una expresión externa, una manifestación palpable, de un mal interno.
Es decir, Jesús enseña a partir de este versículo en el sermón del monte que matar o cometer adulterio no consiste solamente en el acto, sino también en la actitud. No son asesinos, mentirosos y adúlteros únicamente los que cometen el acto, sino que también lo que en su corazón con su actitud quebrantan la ley de Dios.
Cuando Jesús aplicó esta enseñanza comparó el asesinato con el que odia a su hermano e indicó que estas personas deben cambiar su actitud interior de odiar.
El Dr. Martyn Lloyd Jones dijo que algunos que por años han odiado aún y cuando tengan una razón justificada, en esencia han estado desobedeciendo el mandato de “no matarás”, y además el odio se origina por el resentimiento que surge como consecuencia del pecado de no perdonar alguna ofensa.
En los versículos 21-48, tenemos seis afirmaciones concretas que vamos a examinar los siguientes jueves. La primera se halla en el versículo 21: ‘Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que mate será culpable de juicio.’ La siguiente está en el versículo 27 donde dice: ‘Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.’
La siguiente está en el versículo 33: ‘Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos.’ Luego en el versículo 38 leemos: ‘Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.’ Y por fin en el versículo 43 leemos: ‘Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo
En las seis afirmaciones por separado, hay ciertos principios que son comunes a las seis.
Por ejemplo, las palabras que nuestro Señor Jesucristo utilizó fueron las mismas: ‘Oísteis que fue dicho a los antiguos.’
Y lo hizo para mostrar la verdadera enseñanza de la ley frente a las exigencias falsas que los escribas y fariseos le atribuían.
Enfatizando que lo que cuenta sobre todo es el espíritu de la ley, no la letra solamente. La ley no tenía que ser algo mecánico, sino vivo. El problema de los fariseos y de los escribas era que se concentraban sólo en la letra; excluyendo el espíritu.
Y esto es natural porque el hombre tiende a fijarse más en la letra que en el espíritu.
Ahora bien, al igual que en el caso del asesinato, Lo mismo se puede decir de las otras ilustraciones. El simple hecho de que uno no cometa adulterio en un sentido físico, no quiere decir que uno haya cumplido la ley. ¿Qué espíritu se tiene? ¿Qué desea uno al mirar, y así sucesivamente? El espíritu, y no la letra, cuenta.
Los escribas y fariseos restringieron las prohibiciones bíblicas de matar y adulterar al mero acto; Jesús en cambio las amplió hasta incluir pensamientos de enojo Jesús repitió Muy a menudo, que los malos pensamientos y malas acciones proceden del corazón.
Algunas personas que están llenas de orgullo dicen que eso no importa con tal de que uno no haga ciertas cosas y exactamente ese fue el problema de los escribas y fariseos quienes pervirtieron la ley de Dios al considerarla como algo puramente negativo.
Lo que Jesús hizo más bien fue explicar el verdadero significado de la ley moral con todas sus implicaciones difíciles. Amplió los mandamientos que ellos habían restringido y restringió las concesiones que habían ampliado. Para él la ley de Moisés era la ley de Dios, cuya validez era permanente y cuya autoridad tenía que aceptarse.
Las preguntas que debemos hacernos cada día antes de acostarnos son: ¿Ha ocupado Dios el primer puesto en mi vida hoy? ¿hoy viví para su honra y gloria? ¿Lo conozco mejor? ¿Tengo celo por su honra y gloria? ¿Ha habido algo en mí que no se haya asemejado a Cristo — pensamientos, imaginaciones, deseos, impulsos palabras insultantes y miradas lujuriosas?’
CONCLUYO
Concluyo con las palabras de Juan Calvino que dijo: En el Sermón del Monte, no vemos a Jesús «como un nuevo legislador, sino como el fiel expositor de una ley que ya había sido dada. Y aunque Los fariseos habían «oscurecido» la ley; Jesús «la restauró a su integridad».