
Creciendo en el conocimiento de Cristo – 2 Pedro 1:3-11
Meditación sobre 2 Pedro 1:3-11 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
CDMX, viernes 3 de junio de 2022
Cuando sembramos una semilla, de cualquier planta o árbol procuramos abonar la tierra, procuramos que tenga el agua necesaria para que germine y se desarrolle, también quitamos toda aquella maleza que interfiera para que esta planta crezca, madure y lleve fruto.
Igual pasa con los seres humanos, los jóvenes estudian, y se allegan todo lo necesario en la medida de sus posibilidades, para que en un futuro les sea posible ejercer el oficio o profesión deseada.
En la biblia en el evangelio de Sn. Mateo 23 encontramos la parábola del sembrador en el versículo 23 dice:
23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
En esta parábola el señor Jesús nos muestran claramente lo que sucede cuando una persona escucha el evangelio y procura vivir cada día esta enseñanza y lo comparte con los demás.
Hermanos, nos podemos hacer la pregunta ¿qué tipo de semilla quisieras ser? ¿la que cayó junto al camino, la que cayó entre los espinos o la que cayó en buena tierra y creció hasta llevar frutos?
En los versículos 3 y 4 del pasaje en 2ª Pedro 1 leemos:
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
El Apóstol Pedro nos hace reflexionar en todas las cosas que recibimos al aceptar a Cristo como nuestro señor y salvador, y nos exhorta a hacer grande este conocimiento, a hacerlo crecer en el conocimiento de Cristo mediante el estudio de la palabra, haciendo nuestras las promesas, sabiendo que estas son preciosas, tienen precio y están llenas de grandes bendiciones para el creyente, pues son de naturaleza divina.
El Apóstol Pedro nos exhorta a seguir las normas que Dios nos ha revelado a través de su palabra y a huir de todo aquello que esté mal, a dejar de lado todos los placeres de este mundo, las pasiones mal sanas y el deseo desordenado de obtener bienes materiales, pues esto nos aleja de nuestro Dios.
En los versículos 5 al 7 del pasaje en 2ª Pedro 1 dice:
5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;
6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;
7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Este llamado es a estar activos, diligentes en estudiar y escudriñar las escrituras para fortalecer nuestra fe y tener un mejor conocimiento, nos pide poner todo nuestro empeño en seguir los pasos de nuestro maestro y dar amor a los que nos rodean.
Oremos a nuestro Dios por medio de Jesucristo par que nos conceda la gracia de ser pacientes, de poder dominar nuestro carácter, y amar a todos aquellos que están a nuestro derredor.
Solo viviendo día a día las enseñanzas del señor Jesús, es como podemos reflejar a los demás el amor, la piedad, la tolerancia para con nuestros hermanos y los que nos rodean.
Hermanos, debemos reconocer que nosotros no podemos ser mejores personas por nosotros mismos, solo Cristo es el que nos puede hacer cambiar nuestra forma de ser y de vivir.
En los versículos 8 al 11 del pasaje en 2ª Pedro 1 leemos:
8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Pedro nos pide olvidar al viejo hombre con todo lo que tiene y que procuremos seguir de cerca a Cristo para tener y cuidar los frutos del espíritu en nuestra vida, pues ellos son el fiel testimonio de que Cristo mora en nuestro corazón y es el señor de nuestra vida.
También en el libro de Hebreos 10: 22 y 23 nos dice:
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Hermanos, solo manteniéndonos firmes en nuestra fe en Cristo, estudiando y escudriñando es como podemos crecer en el conocimiento de Cristo y solo así podremos sortear los peligros que nos asechan en esta vida y es la única forma de dar testimonio a todos los que nos rodean.
A. I. Nelson Daniel Miranda Giles.
Hola Dios les bendiga muchas gracias por estos hermosos devocionales han llegado Enel momento oportuno a mi vida y son de gran bendición saludos d sde Chihuahua México