Somos de Dios – 1 Juan 4:1-9
Meditación sobre 1 Juan 4:1-9 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
CDMX, viernes 19 de agosto de 2022
En el mundo de la publicidad, podemos ver anuncios comerciales que mezclan la verdad con supuestos atributos insuperables de un determinado producto, para lograr una mayor promoción y así obtener mayores beneficios.
Esta mezcla de verdades con mentiras también la vemos en el mundo que nos rodea, hay personas que hacen esto y dicen soy la mejor opción, predican ser súper buenos, buscando tener más seguidores y así obtener beneficios personales.
En este aspecto los cristianos buscamos ser honestos y decir siempre la verdad, pues seguimos los mandamientos de nuestro Dios.
En la biblia en el evangelio de Sn. Juan 14:20 y 21 encontramos estas palabras:
20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Estas palabras son de nuestro señor Jesucristo, nos dice que, si le amamos y guardamos la palabra de nuestro Dios, somos amados por Él y así él hijo y el padre estarán morando en nuestro corazón guiando nuestra vida a través del espíritu Santo.
En el versículo del 1 en nuestro pasaje en 1ª de Juan 4 leemos:
1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
El Apóstol Juan nos advierte que hay muchas personas que dicen ser enviados de Dios y aparentar ser buenas personas, pero en realidad solo buscan un beneficio personal, pretenden tener el espíritu santo, pero en realidad por sus acciones, reconocemos que son emisarios del señor de este mundo, pues ensalzan valores y actitudes mundanas de superioridad y por lo tanto del señor de este mundo y afirman que solo ellos conocen la verdad. Los demás no saben, y descalifican a todos los que se les oponen.
En los versículos 2 y 3 del pasaje en 1ª de Juan 4 leemos:
2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;
3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
El Apóstol Juan nos da la clave para identificar a los que son de Dios, todo el que cree en que Jesucristo es el hijo de Dios y sigue sus enseñanzas es venido de Dios.
Sabemos que efectivamente hay y habrá personas mal intencionadas que buscan sobresalir y obtener reconocimiento personal o algún beneficio económico.
El Apóstol Juan nos hace la exhortación a estar atentos y lo más importante que el Apóstol nos dice es que no nos dejemos llevar por las apariencias, que estudiemos y escudriñemos la palabra de nuestro Dios, para que nadie nos sorprenda con falsas afirmaciones, y podamos decir esto no está en la biblia por lo tanto esto no es de Dios.
En los versículos 4 al 6 del pasaje en 1ª de Juan 4 leemos:
4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
5 Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.
6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
El Apóstol Juan nos recuerda que tenemos un Dios todo poderoso, él es el creador de todo lo que existe por lo tanto no hay nada ni nadie en este mundo que se oponga a su voluntad y él está siempre a nuestro lado en todo momento, nos conoce por nombre y su mano nos libra de todo mal.
Las personas que prefieren vivir satisfaciendo sus propios deseos carnales, y las tentaciones del mundo, no quieren sabe de Dios, es porque sus propios pecados les hace cerrarse ante la luz de la verdad.
Dios nos hizo, nos conoce a cada uno de nosotros, en el salmo 139 el rey David dice que por la gracia de Dios fuimos formados, Él nos conoce desde el vientre de nuestra madre, todo nuestro cuerpo fue formado sin faltar nada.
En el versículo 1 y 2 del salmo 139 leemos:
1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Hermanos, reconozcamos como el rey David, que Dios conoce todas las cosas, nuestro corazón es un libro abierto, él sabe aun lo que estamos pensando, oremos a nuestro Dios por medio de nuestro salvador, para que su espíritu nos guie en nuestro caminar en este mundo.
En los versículos 7 al 9 del pasaje en 1ª de Juan 4 leemos:
7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
Todos los que aceptamos a Jesucristo como nuestro señor y salvador, recibimos el espíritu Santo que nos guía en nuestro diario vivir y nos guía a ser nuevas personas, que podemos recibir el amor de Dios y reflejarlo a los demás y así podemos amar a nuestros semejantes.
Hermanos, somos de Dios, el amor de Dios sobrepasa nuestro conocimiento, es un amor tan grande que envió a su hijo a este mundo a padecer y morir en una cruz, por los pecados de cada uno de nosotros y con su muerte podamos tener vida eterna.
A. I. Nelson Daniel Miranda Giles.