Las casadas a sus propios maridos – Efesios 5:22

Doy muchas gracias a Dios porque en nuestra serie de meditaciones sobre el libro de los Efesios hoy nos permite poner nuestra atención en el versículo 22 del capítulo 5, pero antes voy a leer los versículos 18, 21 y 22 que dicen de la siguiente manera:

18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
21 Sometiéndoos unos a otros en el temor de Dios.
22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;

INTRODUCCIÓN

Al analizar este pasaje nos damos cuenta que el versículo 18 nos da la orden tajante de “Sed llenos del Espíritu”

Y uno de los resultados de la llenura del Espíritu Santo es el del versículo 21 que dice Sometiéndoos unos a otros en el temor de Dios.  lo cual a su vez determina nuestras relaciones con nuestros semejantes y en particular con los más cercanos que son los que están en nuestro hogar es decir con nuestra esposa y nuestros hijos

John Mc Arthur dijo: El principio general de la sumisión mutua, al someternos unos a otros, como resultado de la Ilenura del Espíritu también es la base y fundamento de los principios específicos de autoridad y sumisión, y esto tiene una aplicación inmediata a las relaciones entre esposos y esposas, padres e hijos, y amos y siervos,

Y esto es de suma importancia porque una de las peores tragedias de nuestro tiempo es que la unidad básica de la sociedad, la familia tal como la conocemos en un sentido tradicional, está encontrando una muerte progresiva

Y todo esto originado por la infidelidad marital, la exaltación del pecado sexual, la homosexualidad, el aborto, la liberación femenina, la delincuencia y la revolución sexual en general, que están contribuyendo de muchas maneras a la destrucción y aniquilación de la unidad familiar,

Y cada uno de estos elementos son como el nudo de un lazo que está estrangulando con rapidez el matrimonio ya que son pocas las entidades se han visto tan distorsionadas y corrompidas por el diablo y el mundo, como lo han sido el matrimonio y la familia

Las familias son los ladrillos que componen la sociedad humana, y una sociedad que no protege la familia está cavando su propia tumba. Y cuando la familia desaparece, todas las cosas de valor desaparecen con ella.

Tan pronto se pierde la cohesión, el sentido y la disciplina que proviene de la familia, crece la anarquía, y donde existe anarquía, la ley, la justicia y la seguridad se destruyen y predomina la inseguridad total.

La familia nutre y liga la sociedad corno un todo, mientras que la anarquía que surge como resultado de la ausencia de la familia solo desgasta, trastorna y destruye,

Y la Palabra de Dios en este pasaje de Efesios nos amonesta para que los creyentes miembros de la familia de Dios vivamos en un contraste total frente a las normas corruptas, viles, egocéntricas e inmorales de las familias que viven a nuestro alrededor.

Y un ejemplo de ello son los esposos que no toman ninguna responsabilidad ni liderazgo en el hogar porque dejan que la esposa haga todo y un hogar sin cabeza es una invitación al caos y es la causa de desorden y un desastre peor aún que el que se produce cuando una nación se halla sin gobernante

Pero vayamos a la primera frase de este versículo que dice:

Las casadas estén sujetas

Y aquí encontramos que la relación entre el esposo y la esposa está definido conforme al modelo establecido por la relación entre Cristo y su iglesia. «Porque e] marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

Y hay mujeres a las que no les gusta que dice que el marido es la cabeza y la mujer el cuerpo, pero es un hecho que los dos constituyen una unidad con diferentes funciones y es una realidad que una cabeza sin un cuerpo no funciona y un cuerpo sin cabeza tampoco, ya que se requiere que los dos estén unidos para funcionar adecuadamente.

Y respecto a ser una sola carne Jesús mismo lo dijo en Mateo19:5 Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne

El que se someta el uno al otro implica el ser una sola carne y La esposa que se somete voluntariamente a su esposo forma una sola unidad con su esposo a quien Dios le ha asignado como cabeza suya.

Y la sumisión mutua es sumamente importante 1.- ya que las relaciones entre esposos y esposas y padres e hijos, deben estar tan impregnadas de humildad, amor y sumisión mutua, 2.- Esto debe ser de tal forma que la autoridad de esposos y padres, y amos, aunque se ejerza cuando sea necesario, se vuelva casi invisible, y 3.- la sumisión de las esposas y los hijos deben ser un acto de gracia y amor no forzado.

La idea principal y central es la de renunciar a los derechos individuales para dar prioridad a los de la otra persona en particular en la unidad más pequeña de la sociedad humana que es el hogar.

Y esto es muy importante ya que, si se fijan ustedes, aún la unidad familiar más reducida es incapaz de funcionar si cada miembro expresa y exige solo su propia voluntad y hace todo lo que se le antoje,

Un buen funcionamiento de la familia, requiere tanto de autoridad como de sumisión y respecto a la autoridad no significa que uno es mayor que otro, sino que hay un sistema de autoridad que implica roles diferentes dados por Dios, en los cuales ha ordenado que los esposos sean la cabeza de las esposas y los padres cabeza sobre los hijos.

Y para que esto funcione se requiere la sumisión mutua, es decir, es necesario que todos los cristianos, líderes y seguidores y todos por igual, esposos y esposas, padres e hijos obedezcamos lo que Dios nos manda en Filipenses 2:5-8

 ‘haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Fil. 2:5-8).

Y lo que esto implica es que todos debemos ser siervos los unos de los otros, humillarnos y hacer morir el “yo”, el ego

Y además el versículo 23 agrega que así, corno la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo, y estar sujetas es ser una sola carne, formar un solo equipo ser uno solo, ser una unidad  

El esposo en su calidad de cabeza, se halla tan íntimamente unido a la esposa y tan profundamente preocupado por su bienestar, ¡que su relación hacia ella tiene como base el ejemplo de Cristo quien, como cabeza de la iglesia, para ser su salvador se sacrificó y dio su vida por ella y la compró con su propia sangre

La segunda frase de este versículo dice:

A sus propios maridos

Aquí se recalca el carácter mutuo de la posesión entre esposos y esposas, y de que los dos son una sola carne y por eso dice «a vuestros propios maridos».

Y 1 Corintios 7:4 al hablar de las relaciones entre marido y mujer dice: La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer

Por eso dice “a sus propios maridos”

Las últimas tres palabras de este versículo dicen:

Como al Señor

La motivación para someternos unos a otros es hacerlo “como al Señor”, es decir, como obediencia a él, que murió por nosotros y el versículo 21 dice que debe ser en el temor de Cristo quien se humilló a sí mismo como siervo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz.

CONCLUYO

«La norma de Dios para el matrimonio y la familia produce sentido, felicidad, bienaventuranza, bendición, recompensa y satisfacción duradera, y para aplicar esta norma debemos obedecer el mandato de ser llenos del Espíritu para en consecuencia someternos los unos a los otros y la esposa a su propio marido

Ya que, de otra manera, lo que ocurre con frecuencia, cuando el esposo y la esposa no están llenos del Espíritu, es que en lugar de mostrar los frutos del Espíritu que son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza, manifiestan los frutos de la carne que son iras, contiendas, disensiones, pleitos y discuten y pelean hasta peor que muchos incrédulos y con ello contristan y apagan el Espíritu

Termino repitiendo el versículo en el que pusimos nuestra tención el día de hoy

 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;

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Reflexiones sobre la Epístola a los Efesios
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