¿Qué hacer? – Juan 6:4-7

Meditación bíblica sobre Juan 6:4-7 por el Hno. Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

La semana pasada hablamos de Pedro y mencionamos cómo Jesús cambió su identidad, mente y corazón, pasando a ser parte del círculo íntimo de Jesús.

Sin embargo, Pedro hizo aquello que Jesus le dijo que haría, fallándole a Jesus; Pedro finalmente se arrepintió, y verdaderamente, después de esto, no volvió a ser el mismo.

Hoy hablaremos brevemente acerca de Felipe, uno más de los que formaron parte del círculo íntimo de Jesús y para esto daremos lectura a Juan 6:4-7:

Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.

Hasta ahí la lectura. Dice el verso 6 que Jesus quería probar a Felipe, y lo primero que notamos es que la respuesta de Felipe es racional, pero también pesimista; Felipe dice que con lo que cuentan no bastaría, Felipe se ha centrado en el problema y no en la solución que pudiera tener a su alcance.

Jesús buscaba alimentar la fe de Felipe es decir, Jesús quería que él viera más allá del problema, de ahí la pregunta: ¿Cómo compraremos para que coman? Seguramente Felipe hizo cuentas y en su razonamiento matemático concluyó que no alcanzaría, ahora

¿Está mal analizar la situación y prever los costos?

Desde luego que no, la misma Escritura lo dice en Lucas 14:28

Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?”.

Así Felipe hizo sus cálculos, pero al igual que Felipe, muchos de nosotros solo hacemos cuentas sin dejar lugar a lo que Dios puede hacer, Felipe sin duda en su andar con Jesús había visto muchos milagros y cuando buscamos controlarlo todo podemos caer en necedad, olvidando que aquello que tenemos debemos ponerlo en las manos de Jesús, y que Él lo multiplique, permitiendo que Él obre sus planes en nosotros.

No olvides que lo poco es mucho si Dios está en ello, y habiendo dado gracias, Jesús multiplicó los panes y los peces, y sus discípulos dieron de comer a miles.

Dios sabe lo que tienes y conoce tu corazón, escucha tu oración y quiere que sepas que no estás solo, quiere que confíes en Él para que veas los planes que Él tiene para tu vida.

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