¡Aunque esté muerto vivirá! – Juan 11:17-27

Serie: Promesas de Jesús para su pueblo
¡Aunque esté muerto vivirá! – Juan 11:17-27
Meditación sobre Juan 11:17-27 por el A.I. José Arturo Medell
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Estamos meditando sobre las promesas que Jesús hizo a su pueblo y especialmente en esta en este momento meditaremos sobre las palabras y promesas de Jesús diciendo. El que esté muerto en mí no morirá eternamente.

Jesús estaba en la ciudad esperando y ministrando sus discípulos cuando recibió la noticia de que uno de sus amigos estaba muy enfermo.

La meditación nos lleva a pensar en Jesús con amigos.

Qué increíble es tener amigos. Verdaderamente amigos, usted puede recordar ahora cuántos amigos tiene, a veces es difícil estimarlo, hay quien puede presumir de muchos hay quien puede decir, tengo solamente, dos, uno.

Jesús tenía amigos, aquí los menciona a Juan; Lázaro, Marta y María.

Como principales amigos de esta redacción, en el evangelio de Juan, recibe la noticia y le declara sus discípulos que Lázaro ha muerto, les invito a que le han todo el capítulo 11 porque es muy interesante de hecho, Jesús recibe un reclamo de Tomás diciendo que cuando vayan, a ver a Lázaro también morirán, ellos, era su discípulo, sería su amigo, el texto que meditamos es Juan 11 del 17 al 27, radicaremos, nuestro pensamiento en el versículo 25 y 26.

Leo en la versión Reina Valera, el capítulo 11 de Juan de los versículos 17 al 27.

17Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. 18Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; 19y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. 20Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. 21Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. 23Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. 24Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. 25Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 27Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

Qué encuentro tan amigable en un funeral, Lázaro ya tenía cuatro días en la tumba, ya apestaba y nos comenta Juan en el evangelio, diciéndonos que el pueblo de Betania estaba a unos 3 km de la ciudad de Jerusalén, muchos de los judíos que vivían cerca de allí fueron a visitar, A Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano.

Cuando Jesús llegó al pueblo de Betania a la ciudad de Betania, se enteró de que habían sepultado a Lázaro cuatro días, antes al enterarse Marta de que Jesús había llegado, salió a recibirlo y María se quedó en la casa, entonces Marta le dijo a Jesús, Señor si tú hubieras estado aquí mi hermano no

habría muerto.

Pero A pesar de todo lo que ha pasado su enfermedad, su agonía y su muerte, Dios hará lo que tú le pidas, le dice a Jesús de eso estoy segura, qué frase para Jesús de su amiga que le alcanza llegando a la ciudad.

Estoy segura de eso de que lo que le pidas a Dios, Dios lo hará.

Jesús le contesta tu hermano volverá a vivir y Marta le dice sí, Señor, claro que sí cuando llegue el fin, todos los muertos, volverán a vivir a esto, Jesús le responde a su amiga, Yo Soy, el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir.

Quien pone su confianza en mí le dice Jesús a Marta, aunque muera vivera, los que todavía viven y confían en mí nunca morirán, para siempre, nunca ¿puedes creer esto, Marta? puede creer esto, amiga, puedes creerlo, nunca morirán los que creen en mí, los que confían en mí, Puedes creerlo.

Marta le responde sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que debía venir al mundo, no le contestó, sí, creo, sí, lo creo, si estoy segura le contesta un poco más allá de la pregunta, le dice, tú eres el Cristo, tú eres el Mesías, tú eres el Ungido eres el Hijo del Dios viviente, que debía venir al mundo y darnos estas palabras, de que el que confía en él, no morirá eternamente.

Jesús, te pregunta a ti si tú puedes decir tu nombre en este momento y te dijera, José Arturo, crees esto cuál sería tu respuesta.

Sí, Señor, Si creó esto.

Le invito a que esta también seas respuesta.

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