Llamado urgente ¿Trigo o paja? – Mateo 3:12

Meditación bíblica sobre Mateo 3:12 por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Hay cosas que no puedes ignorar. Esta es una de ellas.
Porque no importa quién seas, cuánto tengas o qué tan bien te vaya…
Si no tienes a Cristo, estás en peligro.
La Biblia no se anda con rodeos: hay trigo y hay paja.
Y cuando llegue el día, no habrá excusas, no habrá negociaciones, no habrá segundas oportunidades.
¿De qué lado estás tú?
No te lo pregunto para juzgarte, sino para despertarte.
Porque si hoy escuchas esta verdad y decides mirar hacia Dios… puede que este sea el día más importante de tu vida.

Mira lo que dice Mateo 3:12:
“Su aventador está en su mano, y limpiará su era; recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.”

¿Trigo o paja?

Seguro que captaste la pregunta, ¿verdad? ¿Para quién crees que va este mensaje? ¿Está dirigido a agricultores y comerciantes de cereales, o algo así? Si pensabas eso, te equivocas. Este mensaje es para todo el mundo: hombres, mujeres y niños. Sí, también para ti.

La pregunta sale directamente del versículo de la Biblia que acabamos de leer. Esas palabras las dijo Juan el Bautista y hablan sobre Jesús. Es una profecía que todavía no se ha cumplido, pero llegará el día en que todos la veremos hecha realidad. Solo Dios sabe cuándo.

Tómate unos minutos

Antes de seguir con tus pendientes, antes de sumergirte en la rutina, escucha esto. Tal vez estas palabras lleguen justo cuando más las necesitas. Tal vez hoy sea el día que marque un antes y un después en tu vida. Quédate un momento y déjame explicarte algo importante de la Palabra de Dios.

Las dos grandes clases de personas en el mundo

Primero, quiero que veas algo claro: Para Dios, en el mundo solo existen dos tipos de personas, y el versículo lo deja clarísimo. Están los que son como el trigo y los que son como la paja.

Si lo miramos con ojos humanos, el mundo está lleno de diversidad: muchas razas, culturas, idiomas. Pero para Dios, el corazón es lo que cuenta, y solo hay dos categorías: trigo o paja.

¿Quiénes son el trigo?

El trigo son esas personas que han decidido seguir a Jesús de verdad. No porque lo diga su perfil de redes, ni porque tengan una Biblia en la mesa de noche, sino porque su vida lo demuestra.

Son los que, aunque fallan, se levantan buscando a Dios y confían en Él como su única esperanza y viven guiados por la Biblia.
Los que luchan contra el pecado, aunque a veces pierdan batallas.
Los que oran, aunque sea con palabras torpes.
Los que aman a Jesús más que a su reputación, más que a su comodidad.

Puede ser la señora que cuida a sus nietos con amor y ora por ellos cada noche.
El joven que, en lugar de seguir la corriente, decide vivir con integridad.
El trabajador que, aunque nadie lo ve, hace lo correcto porque sabe que Dios sí lo ve.

No son perfectos, no lo saben todo, pero confían.
No tienen una vida fácil, pero tienen esperanza.

Eso es trigo. Gente que ha sido transformada por Dios y vive para Él.

Son los hijos de Dios, su alegría. Aunque se sientan indignos, Dios los ve a través de Jesús y se alegra. El Espíritu Santo habita en ellos. Son lo mejor de la tierra.

¿Quiénes son la paja?

Ahora, escucha:

La paja puede parecer muy parecida al trigo… pero no tiene vida.
Es religión sin relación. Es apariencia sin esencia.

Puede ser alguien que va a la iglesia todos los domingos, pero nunca ha entregado su corazón.
El que habla bonito de Dios, pero vive como si Él no existiera.
La persona que dice “yo respeto todas las creencias”, pero nunca se ha detenido a preguntarse qué cree realmente.

La paja son esas personas que no tienen fe en Cristo ni han sido transformadas por el Espíritu, sin importar lo demás.

También puede ser el que vive para sí mismo, sin pensar en lo eterno.
El que se enfoca solo en lo material, en lo superficial, en lo inmediato.
El que cree que “ser buena persona” es suficiente, sin entender que sin Cristo, no hay salvación.

La paja no siempre se ve mal. A veces parece muy espiritual, muy correcta, muy educada.
Pero si no hay fe viva en Jesús, si no hay transformación interior… es solo paja.

Puedes tener una carrera brillante, pero si tu alma está vacía, ¿de qué sirve?

Puedes ayudar a muchos, pero si nunca has dejado que Dios te ayude a ti, ¿qué estás construyendo?

Puedes tener paz en tus redes sociales, pero guerra en tu corazón. ¿No es hora de enfrentar eso?

No te lo digo para señalarte. Te lo digo porque yo también he estado ahí.
Porque todos, en algún momento, hemos sido más paja que trigo.
Pero Dios no quiere que te quedes así. Él te llama, te espera, te transforma.

No hay punto medio

Mucha gente quiere creer que hay una “zona segura”, un espacio intermedio entre el trigo y la paja.
Algo así como: “No soy tan malo, pero tampoco soy un santo.”
“Creo en Dios, pero no estoy obsesionado con eso”
“Soy espiritual, pero no fanático.”

“Llevo una religión sin compromisos, tranquila y respetable, suficiente para no hacer daño, pero tampoco para ser radical”

 Pero eso es una ilusión peligrosa. Eso no existe. La Biblia nunca habla de una tercera categoría. Nunca dice que hay un grupo “más o menos”. Siempre es blanco o negro. Luz o tinieblas. Vida o muerte. Trigo o paja.

En la historia de Noé, o estabas dentro del arca… o te quedabas afuera.
En la parábola de las vírgenes, o tenías aceite… o te quedabas sin entrar.
En el juicio final, Jesús habla de ovejas y cabras. No menciona un animal intermedio.

En la parábola de la red, hay peces buenos y peces malos.
No hay “peces decentes” que se salvan por su simpatía.

¿Por qué esto es importante?

Porque si crees que estás en ese “punto medio”, puedes estar en peligro sin darte cuenta.
Puedes vivir pensando que estás bien, cuando en realidad estás lejos de Dios.
Y lo más triste es que muchos se conforman con eso.
Con una religión cómoda. Con una fe superficial. Con una vida “correcta” pero sin Cristo.

Dios no quiere que vivas confundido.
Él quiere que sepas dónde estás, para que puedas moverte hacia Él.
Quiere que dejes la paja atrás y te conviertas en trigo.
Quiere darte vida, propósito, perdón, dirección.

¿Y tú? ¿De qué lado estás?

No puedes quedarte en medio. No existe la “neutralidad” espiritual.
O eres trigo, o eres paja.
Y no lo digo para señalarte, lo digo porque te amo lo suficiente como para decirte la verdad.

Tal vez has vivido pensando que estás bien…
Porque vas a la iglesia.
Porque haces cosas buenas.
Porque no le haces daño a nadie.

Pero eso no responde la pregunta:
¿Has nacido de nuevo?
¿Tu vida refleja a Cristo?
¿Has sentido el peso de tus pecados y corrido hacia Jesús buscando perdón?

No se trata de saber versículos. Se trata de vivirlos.
No se trata de parecer espiritual. Se trata de ser transformado.

Hoy puede ser el día en que todo cambie

No esperes a tener “más tiempo”.
No esperes a “sentirte listo”.
No esperes a que la vida te dé un golpe para reaccionar.

Dios te está hablando ahora.
Y si estás escuchando esto, no es casualidad.

Haz una pausa. Piensa. Ora. Decide.

Jesús está con los brazos abiertos.
No importa tu pasado. No importa cuántas veces fallaste.
Si hoy vienes a Él con sinceridad, Él te recibe como trigo.
Como hijo. Como amado.

No sé quién eres, ni por lo que estás pasando.
Pero sé que Dios sí lo sabe.
Y si hoy te está llamando, no lo ignores.
Porque cuando Él venga con su aventador en la mano…
solo habrá dos grupos.
Trigo… o paja.
¿Cuál eres tú?

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One thought on “Llamado urgente ¿Trigo o paja? – Mateo 3:12

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