
TIMOTEO: UN SIERVO DE BUEN TESTIMONIO – Hechos 16:1-5
Meditación bíblica sobre Hechos 16:1-5 por Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
En las semanas pasadas hemos estado hablando de acuerdos y desacuerdos, y en ambos casos pudimos notar que Dios en su misericordia e infinita sabiduría, él todo lo puede encaminar para bien. Y ahora daremos lectura a Hechos 16:1-5. Dice:
“Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. Quiso Pablo que este fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego. Y al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen. Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día.” Amén.
Nuevamente el apóstol Pablo visitaría a las iglesias, y en esta ocasión Derbe y Listra serían las primeras. Llama nuestra atención que Pablo, por la gracia de Dios, pudo pronto encontrar otro acompañante más, ahora que iniciaba su segundo viaje misionero.
Sin duda algo vio Pablo en el joven Timoteo, complementándolo de forma importante con el testimonio que daban de él las iglesias. “¡Qué importante y de cuánta ayuda resulta el testimonio que nos puedan dar de una persona para ayudarnos a tomar la mejor decisión, y sin temor a fallar!”.
Así, dado su buen testimonio, el apóstol Pablo lo incorporó a su equipo. Y su siguiente paso fue circuncidarlo, algo que parecería contradictorio, dado lo sucedido por la mucha discusión en Jerusalén contra los judaizantes.
Sin embargo, una vez que fue establecido que la circuncisión no era necesaria para la salvación, Pablo estuvo dispuesto a hacer una concesión, pues lo que no era necesario para Dios sí lo era para algunos hombres. Era algo de forma y no de fondo.
Para Pablo, Timoteo estaría trabajando tanto para los gentiles como para los judíos en las iglesias.
Pablo evitaría que algunos judíos se pudieran sentir ofendidos. Ahora Pablo, Silas y Timoteo entregarían los acuerdos que se tomaron con los apóstoles y los ancianos en Jerusalén, fortaleciendo y consolidándose las iglesias en la fe y en su crecimiento.
Pablo nos enseña que cuando se trata de asuntos de fe, se debe de estar firme, muy firme, pero cuando se trata de mostrar empatía, ser flexibles mostrando amor. Pablo evitó que los judíos se sintieran ofendidos circuncidando a Timoteo, pues este rito no interfería con su salvación y Timoteo, un hombre de buen testimonio sirvió tanto a judíos como a gentiles.