Fe y Oración – Parte 8 – Es necesario Orar
Transcripción
En la parte anterior (Fe y Oración – Parte 7) dijimos que todo aquel que tiene confianza indudablemente también tiene fe, ya que la confianza es una evidencia de la fe, tal como el fruto es evidencia de que hay un árbol.
Debemos saber que en nuestro corazón que todo está en manos de Dios, que él puede cambiar la naturaleza y no hay nada que le impida a Dios salvar al creyente de sus problemas y tribulaciones.
También recodamos las palabras que están escritas en Romanos 8:35-39:
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Son palabras en las que debemos confiar. Es decir Dios puede cumplirlas y lo hará.
Ahora, si confiamos en esas palabras y todas la promesas de Dios ¿por que decimos que es necesario orar?
Juan Calvino en su obra «Institución de la Religión Cristiana» (libro 3, capítulo 20), escribe sobre la oración.
El comienza hablando sobre la necesidad de orar:
«Nosotros necesitamos la oración porque es la manera en la que recibimos los beneficios de Dios».
Calvino plantea la pregunta:
¿Por qué, si Dios siempre hará sólo lo que sea su voluntad, nos molestamos en orar? ¿No es entonces la oración, superflua?
De esto hablaremos hoy…
Alguien me dijo una vez:
«Hermano, usted sabe que, generalmente, tengo tanto trabajo que no tengo tiempo para orar, sin embargo Dios ha hecho muchas cosas a través de mi y mis logros en la obra de Dios han sido muchos, aun sin mucha oración.»
Me pregunto ¿cuántas cosas podrías haber hecho si te hubieras dado tiempo para orar y llevaras una vida de oración?
En la meditación de ayer (por el Pbro. Pedro Arcos) oímos lo que el Señor Jesús dijo y está reportado en Juan 15:5
«Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.»
¿Como podemos llevar una vida sin oración y al mismo tiempo permanecer unidos a Él?
NO es posible.
No hay nada de valor duradero que usted y yo podamos lograr sin que el Señor esté involucrado de alguna manera.
Y esa participación no debe ser accidental… como decir: «Oh Dios, eres parte de esto; casi me olvido de ti».
Absolutamente debemos deliberadamente pedir su guía, sabiduría, comprensión, corazón, fuerza, actitud, etc.
En conclusión: necesitamos orar.
Seamos honestos. Frecuentemente no oramos porque no obtenemos resultados inmediatos de nuestras oraciones.
Donald Whitney dice:
«A menudo no oramos porque dudamos que algo pasará realmente si oramos. Desde luego, no lo admitimos públicamente. Pero si estuviéramos seguros de obtendríamos resultados visibles a los sesenta segundos de haber orado, todos los cristianos del mundo tendríamos hoyos en las rodillas de los pantalones, de tanto orar.»
Muchas veces, aun cuando siento que mi fe decae, Dios aun asi responde. Dios es fiel. Dice en 2 Timoteo 2:13
«Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.»
Así que hay que orar.
La Palabra de Dios constantemente nos pide que oremos:
Marcos 11:24
«Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.»
1 Juan 5:15
«Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.»
El apóstol Pablo en sus cartas constantemente solicitaba la oración de la iglesia por él mismo
Efesios 6:18-20
«18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,
20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.»
Colosenses 3:2-4
«2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
3 orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso,
4 para que lo manifieste como debo hablar.»
Por otro lado,
Si un hombre cree que posee fe, pero esa fe no lo conduce a una vida de oración, de santidad, alegría, paz interior, tranquilidad, paciencia y armonía con los demás, ciertamente debe orar más pidiendo a Dios que aumente su fe.
Hasta aquí, alguien podría decir: Eso está muy bien, siempre he oido todos esto, pero…
¿acaso es posible tener una fe tangible en Dios?
La respuesta es: Si.
De eso hablaremos la próxima semana…
Buenas tarde
Nuestros ejemplo como cristianos es Jesús, y Él todo el tiempo que estuvo en la Tierra oraba constantemente.
Por que la oración es un diálogo con el Padre, no es una lista para santa Claus.
La oración tiene que llevar gratitud y gloria para Dios también.
Y en mi experiencia entre más oras más quieres seguir haciendolo