Libro de la Biblia

La visión que cambió el enfoque de Pedro (Parte 2) – Hechos 10:9-23

En Hechos 10:9-23, Pedro experimenta una revelación que desafía las normas de su tiempo. A través de una visión celestial, Dios le muestra que no debe llamar impuros a lo que Él ha purificado, marcando el inicio de una nueva etapa en la relación entre judíos y gentiles. Descubre cómo los planes perfectos de Dios se desarrollan en una cronología precisa, derribando barreras y transformando el entendimiento espiritual. ¡Una historia que inspira y asombra!

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La misericordia de Dios: un acto de gracia inmerecida – 2 Reyes 6:8-23

En este video, exploramos el impresionante despliegue de la misericordia divina descrito en 2 Reyes 6:8-23, un pasaje que demuestra el conocimiento perfecto, poder infinito y amor inagotable de Dios. Desde la intervención divina para frustrar los planes enemigos hasta el acto de gracia y reconciliación con los soldados capturados, este relato bíblico nos invita a reflexionar sobre la relevancia de la gracia de Dios en nuestras vidas hoy. Se abordan temas como la fe, el perdón, la dependencia en Dios y el llamado a extender su amor a quienes nos rodean.

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La visión que cambió el enfoque de Pedro – Hechos 10: 1-16

El Libro de los Hechos capítulo 10 marca un momento crucial en la expansión del mensaje cristiano hacia los gentiles. A través de la experiencia de Cornelio y la impactante visión de Pedro, Dios demostró que su salvación es para todos, sin distinción de origen. Este pasaje nos enseña sobre la importancia de la obediencia inmediata y nos invita a reflexionar sobre cómo Dios utiliza medios humanos para llevar su mensaje. Descubre cómo Pedro superó los prejuicios culturales y aprendió una lección poderosa sobre inclusión en este relato que transformó la historia de la iglesia.

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Paciencia y esperanza en tiempos difíciles – 2 Pedro 3:1-18

En un mundo acelerado por la tecnología y la inmediatez, la paciencia parece ser un desafío cada vez mayor. A través de 2 Pedro 3, el apóstol nos recuerda que el tiempo de Dios no se mide como el nuestro, y que su aparente tardanza es una muestra de su misericordia. En tiempos de incertidumbre y persecución, los cristianos deben fortalecer su fe, esperar con paciencia y vivir en santidad. Este mensaje es tan relevante hoy como lo fue en la iglesia primitiva, en medio de conflictos globales y desafíos personales. ¿Cómo estamos aprovechando este tiempo de espera para reflejar el carácter de Cristo?

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Somos justificados por la fe en Cristo Jesús – Gálatas 2:16

El capítulo 2, verso 16 del libro de Gálatas nos recuerda una verdad fundamental: la salvación no se obtiene por las obras de la ley, sino únicamente por la fe en Jesucristo. En un contexto donde los judaizantes promovían la observancia de la ley como requisito para la salvación, el apóstol Pablo, guiado por el Espíritu Santo, corrigió esta enseñanza y reafirmó que la justificación viene solo por la fe. Esta meditación nos invita a reflexionar sobre nuestra confianza en Cristo y cómo podemos aplicar esta verdad en nuestra vida diaria.

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CONECTADOS A LA VID: El llamado a permanecer en Cristo – Juan 15:5

Jesús nos enseña en Juan 15:5 que nuestra vida espiritual depende de permanecer unidos a Él, como las ramas a la vid. Este artículo reflexiona sobre el proceso de poda espiritual que Dios realiza para fortalecer nuestra fe y guiarnos hacia una vida fructífera y plena. Además, ofrece consejos prácticos para permanecer en Cristo a través de la oración, el estudio de la Biblia y el servicio a los demás. Es un llamado a vivir con propósito y abundancia, glorificando a Dios en cada paso.

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Porque para mí el vivir es Cristo – Filipenses 1:21

La carta de Filipenses, escrita por el apóstol Pablo desde la prisión en Roma, refleja un espíritu de gozo y gratitud inquebrantable. En ella, Pablo enfatiza su convicción de que vivir es servir a Cristo y morir es ganancia, pues significa estar con Él. A través de su testimonio, anima a los creyentes a vivir con propósito, sin temor a la muerte, sino con la certeza de la vida eterna en Cristo. Su ejemplo nos inspira a adoptar una perspectiva eterna, encontrando gozo y paz en nuestra fe.

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Nadie puede venir a mí – Juan 6:44

Vamos a meditar el evangelio de Juan capítulo 6 el verso 44. Voy a darle lectura,
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
El evangelio de San Juan es uno de los cuatro evangelios del Nuevo Testamento. Juan fue escrito probablemente a finales del siglo I d.C., y el autor es conocido como el apóstol Juan.
El capítulo 6 del Evangelio de Juan, describe la multiplicación de los panes y los peces y así como el discurso de Jesús sobre el pan de vida.
El versículo 65 del capítulo 6 del Evangelio de Juan dice,
… ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
y este verso se encuentra en el contexto del discurso de Jesús sobre el pan de vida en el que enfatiza la importancia de creer en él para tener vida eterna.
Este versículo destaca la soberanía de Dios en la salvación. Jesús enfatiza que nadie puede venir a él por su propia iniciativa, sino que es necesario que el Padre – Dios el Padre- lo traiga hacia Él, y eso es muy importante mis queridos hermanos. Nadie puede venir a Dios si el Dios Padre no nos busca, no nos trae, y esto subraya la importancia de la gracia divina en la salvación.
Podemos reconocer que Dios es soberano en todas las cosas incluyendo en nuestra salvación. Podemos depender de la gracia de Dios para acercarnos a él y recibir la salvación. Podemos cultivar una actitud de humildad y gratitud hacia Dios por su gracia y amor. La meditación de San Juan 6:44 nos recuerda, mis queridos hermanos, la importancia del de la gracia divina en nuestra salvación. Al reconocer la soberanía de Dios y depender de su gracia, podemos acercarnos a él y recibir la vida eterna.
Es muy importante, mis queridos hermanos y amigos, porque a veces pensamos que nosotros somos los que buscamos a Dios, somos los que nos acercamos a Dios. La Biblia dice: «Ninguno puede venir a mí si el Padre que me vio no le trajere.»
El que nos trae a Dios -el que nos trae hacia el Padre- es Dios mismo el que nos trae para que busquemos a nuestro Dios

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