El Sermón del monte – Parte 10 – Octava Bienaventuranza
Meditación por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
Doy gracias a Dios porque nuevamente me permite comunicarme con ustedes por este medio electrónico, reciban un cordial saludo .
El día de hoy vamos a meditar en la octava bienaventuranza y antes de iniciar voy a leer las bienaventuranzas que encontramos en Mateo 5:1-12
1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
¿Cuál es la octava bienaventuranza?
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
I.- INTRODUCCIÒN
En Mateo 5:10 encontramos la última de las Bienaventuranzas. ‘Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia.’
Con estas palabras, nuestro Señor Jesucristo concluyó la descripción de las características del cristiano, el cual tiene un corazón limpio, es pacificador y es misericordioso y esta última bienaventuranza está dirigida de manera especial a todos los creyentes en Cristo que experimentarían persecución.
Los versículos 10, 11 y 12 forman parte de un mismo pensamiento, por lo que en el versículo 10 encontramos la Bienaventuranza enunciada, en el 11 vemos una repetición con el énfasis sobre el tiempo, «cuando por mi causa», y en el versículo 12 la reacción que se espera de los ciudadanos del Reino “ gozaos y alegraos
La persecución se menciona aquí como el resultado natural para aquel que cumplió con las virtudes, características o requisitos de las 7 bienaventuranzas anteriores. Es decir, cuando la fe está presente en el creyente con la fuerza suficiente para que otros noten su presencia, el resultado es la persecución.
La persecución a la que se refiere aquí no es una persecución racista, clasista o social, sino a una persecución abiertamente religiosa.
La persecución de acuerdo al versículo 10 es por causa de la justicia (v.10) y de acuerdo al versículo 11 por la causa de Jesús (v.11) y consiste principalmente en calumnias, vituperio y mentiras.
Miren ustedes, los valores y el sistema de valores del Reino de Dios son una amenaza para los valores y el sistema de valores del mundo. Son mutuamente contradictorios; por eso el mundo odia al cristianismo.
Y no cabe duda que, aunque todas las Bienaventuranzas son impactantes, en cierto modo esta lo es todavía más.
II.-ESTA BIENAVENTURANZA ES MUY IMPORTANTE HOY EN DÍA
Ahora bien, esta bienaventuranza es muy pertinente, adecuada, oportuna e importante para los cristianos de nuestro tiempo ¿Por qué?
Porque al igual que en los primeros siglos del cristianismo, la realidad es que en pleno siglo XXI, y en este preciso momento hay cristianos que están siendo perseguidos con saña en muchos países, incluyendo algunos lugares dentro de nuestro país y quizá se podría decir con justa razón que este versículo es de suma importancia para todos ellos.
Pero no solo para ellos, sino que parece que hay indicios de que la Iglesia se halla frente a la prueba de persecución de la que habla el apóstol Pedro.
III.-AHORA BIEN, ¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA PERSECUCIÓN? –
Es por ser justos, por practicar la justicia, es decir por ser como el Señor Jesucristo. Por lo tanto, con otras palabras lo que aquí dice es que son bienaventurados los que son perseguidos por ser como él.
Y que los que son como él, muchas veces van a sufrir persecución tal y como nuestro Señor Jesucristo nos lo advirtió en Juan 15:18-20 que dice:Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
Esta bienaventuranza al ser una afirmación tan categórica, quizás podríamos pensar que es la más impactante de todas las Bienaventuranzas. Y yo preguntaría: ¿Alguno de ustedes ha sufrido persecución?
En la Biblia encontramos muchos casos de persecución: a Abel lo persiguió su hermano Caín. Moisés fue sujeto a una cruel persecución, a. David lo persiguió Saúl, y Elías y Jeremías sufrieron una terrible persecución.
Y el mismo apóstol Pablo fue uno de los que más persecuciones sufrieron
Pero, no cabe duda que el ejemplo supremo lo tenemos en nuestro Señor Jesucristo que fue llevado a la muerte y muerte de cruz y que lo hizo voluntariamente para lograr la remisión de nuestros pecados por su sacrificio en la cruz
Lo que es más, al leer las Escrituras y la historia de la Iglesia, encontramos que la persecución no sólo la ha llevado a cabo gente no creyente, sino que algunas de las persecuciones más violentas han sido hechas por gente de la Iglesia misma, por gente religiosa.
Por ejemplo, ¿Quiénes fueron los principales perseguidores de nuestro Señor Jesucristo? Los fariseos, los escribas y los doctores de la ley.
A los primeros cristianos, los que más los persiguieron, fueron los judíos. Y en la historia de la Iglesia, tenemos la persecución por parte de la Iglesia católica a los reformadores del siglo XVI que proclamaron la verdad y trataron de vivir pacíficamente.
Es decir, la enseñanza de la Biblia, y la historia de la Iglesia han mostrado, que la persecución puede llegar, no solamente de afuera sino de adentro.
Pero el gozo por la persecución de la que habla esta bienaventuranza, la experimentaron los primeros creyentes y esto lo encontramos en Hechos 5:41 el cual antes de leerlo les voy a pedir que se imaginen por un momento y dejen volar su imaginación y vean a esos primeros cristianos que fueron golpeados y amenazados por el Sanedrín,Hechos 5:41 dice:
Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre
Y salieron gozosos porque supieron, que las «ofensas y heridas que sufrieron por causa de Cristo fueron un grande galardón es decir fueron medallas de honor».
Pablo escribe a los filipenses, y les dijo en Fil. 1: 29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.
V.- ¿CUÁL ES LA PROMESA O BENDICION DE ESTA BIENAVENTURANZA?
La primera y la última Bienaventuranza tienen la misma promesa que es la de ser ciudadanos del Reino de los cielos. Y esto además de todas las otras bendiciones que están contenidas en las otras Bienaventuranzas que también pertenecen a estos ciudadanos del reino de los cielos,
Y todos coinciden en que nuestro Señor comenzó y concluyó con esta promesa específica para dejar bien grabado en sus oyentes la gran e importante bendición que es es pertenecer al reino de los cielos.
Por esto las bienaventuranzas comienzan y terminan con esta promesa y por encima de todas esas bendiciones especiales que hemos analizado, la mayor de todas es la de ser ciudadanos del reino de los cielos y con ello pertenecer al reino espiritual.
CONCLUYO
Ahora, fíjense bien, que esta bienaventuranza contiene dos bendiciones o promesas, ya que el versículo 10 dice que de ellos es el Reino de los cielos, pero el versículo 12 agrega que además estos creyentes, tienen un galardón grande en los cielos
y esta es la razón por la que Jesús, dice «gozaos y alegraos», porque esto nos ratifica como ciudadanos del Reino de los cielos, por lo que si somos perseguidos, en lugar de estar tristes, esto es un motivo de alegría.
Queridos hermanos, resumiendo, cuando alguno de nosotros sea perseguido, sea vituperado y hablen toda clase de mal contra nosotros por causa del nombre de Cristo
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12 Gozaos y alegraos, porque nuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de nosotros.
Amén