Unidad en el cuerpo de Cristo (Parte 8) – Efesios 4:1-16
Meditación bíblica sobre Efesios 4:1-16 por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
En el versículo 12, Pablo especifica la razón por la cual Cristo le dio a la iglesia un liderazgo al cual Dios le a provisto de dones:
“a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”.
Es sumamente importante este texto para entender cómo hace crecer Cristo a su iglesia.
Cristo hace crecer su iglesia al darle este tipo de liderazgo que a su vez equipe a los santos (a los miembros) para la obra del ministerio.
John Stott ha comentado que aquí hay evidencia incontrovertible de que el Nuevo Testamento contempla el ministerio no como la prerrogativa de una élite «clerical» sino como el llamado privilegiado de todo el pueblo de Dios
Y también dice que el concepto de pastor en el Nuevo Testamento no es el de una persona que guarda celosamente todo ministerio en sus propias manos y aplasta con éxito todas las iniciativas de los laicos (los miembros de la iglesia que trabajan), sino uno que ayuda y anima a todo el pueblo de Dios a descubrir, desarrollar y ejercitar sus dones.
La enseñanza y formación del pastor están dirigidas a este fin, a capacitar al pueblo de Dios para que sea un pueblo servidor, ministrando activamente, pero también humildemente según sus dones en un mundo desequilibrado y enfermo.
De esa forma, en lugar de monopolizar él mismo todo el ministerio, en realidad multiplica los ministerios.
Entonces, ¿qué modelo de iglesia debemos tener en mente?
Hay un modelo muy usado que es tipo pirámide, con el pastor en un pináculo, como un pequeño papa en su propia iglesia, mientras los miembros que también tienen dones de liderazgo en la iglesia se posicionan abajo de él.
Ese un modelo totalmente antibíblico, porque el Nuevo Testamento no contempla un solo pastor con un rebaño dócil, sino una supervisión plural con un ministerio de todos los miembros.
Por eso Dios ha provisto dones a todo miembro de la iglesia.
Como hemos visto, el modelo bíblico de la iglesia es el cuerpo.
La iglesia es el cuerpo de Cristo, cada miembro del cuerpo tiene una función distinta como en un cuerpo.
En este modelo, simplemente no hay lugar ni para una jerarquía ni para lo que pudiese llamarse «clericalismo», en el que se concentra todo ministerio en manos de un solo hombre y -desde luego- niega al pueblo de Dios sus propios ministerios, para que los puedan ejercer con los dones que han recibido de Dios.
Entonces, el propósito de Cristo al dar pastores y maestros a su iglesia es, a través de su ministerio de la palabra, equipar a todo su pueblo para sus diversos ministerios.
Entonces, ¿cómo hace crecer Cristo a su iglesia?
- Primero, da dones espirituales a cada ciudadano de su pueblo.
- Segundo, da líderes a su iglesia.
- Tercero, estos líderes, provistos de dones, equipan a los miembros de la iglesia para ejercer sus diferentes ministerios.
y - Cuarto, el crecimiento de la iglesia tiene como meta la madurez.
En los versículos 12-14, Pablo dice que Cristo hace crecer su iglesia al dar miembros y líderes dotados de dones que ejerzan esos dones para que estén activos en el ministerio.
Lo dice de la siguiente manera:
"para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error"
En resumen: el crecimiento de la iglesia tiene como meta la madurez
A manera de conclusión, ya que hemos comprendido con mas detalle el concepto de crecimiento de la iglesia que vemos en Efesios 4:7-14, no damos cuenta que es necesario que cada uno de nosotros seamos activos en el ministerio para crecer en madurez.
Como parte de nuestro compromiso de pastorear bien a la congregación, los oficiales de nuestra iglesia ayudarán a cada miembro a descubrir y usar su don para involucrarse en el ministerio y así madurar en Cristo.
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