El único y verdadero Dios – Éxodo 20:1‭-‬6 ‬‬

Estudio sobre el libro de Éxodo por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

El Señor le recuerda a su pueblo de dónde viene, cuál era su condición de vida y como Él con poder los liberta de la esclavitud. Es importante que Isreal tenga esto presente porque da respaldo a las palabras de Jehová Dios, no puede decir que fueron ellos mismos quienes encontraron la libertad pues ni siquiera tenían el ánimo de buscarla  y si recordamos lo que hemos leído anteriormente en diversas ocasiones anhelaron en su corazón volver a la comodidad de Egipto que enfrentar nuevos retos, pero Dios es fiel y siempre mostró su amor, paciencia, poder y misericordia hacia ellos, sus elegidos dando las situaciones precisas para que el pueblo lo conociera, se unificara y se consolidara cómo nación.

Como dijimos la semana pasada ha llegado el momento de tener reglas y normas que regulen la vida de esta nueva nación, en relación con Dios primeramente y entre hermanos,; hoy veremos el primer mandamiento, esté para tener una relación perfecta con el Señor.

Siendo esclavos en Egipto los israelitas habían vivido de cerca lo que eran los cultos a muchos dioses al igual que al tener contacto con otros pueblos en el camino que ya habían recorrido hacia la Tierra prometida. Dios quiere que sepan y reconozcan que hay un solo Dios, Jehová Dios, y que los que pudieran haber conocido en los otros pueblos no son sobre ellos, le pertenecen solo a Él y como lo ha demostrado con Él tienen todo lo que necesitan, Él es suficiente para su pueblo, no necesitan nada más

El Señor conoce perfectamente la condición pecaminosa y contaminada del hombre y en su sabiduría da la indicación de no hacer imágenes de nada de lo creado pues se corre el riesgo de adorar la creación en vez del Creador y al cuidar de su pueblo prohíbe que se hagan figuras de cualquier cosa pues están desvían la adoración que solo Dios merece; además ¿Quién podría hacer una imagen de la perfección, de la santidad, de lo grande y maravilloso que es el Creador? Cómo humanos solo deformariamos su divina imagen sin lograr jamás representar lo que Dios es y como es. Dios el había manifestado a su pueblo en una nube y una columna de fuego para protegerlo pero ni aún eso lo representa cabalmente por lo que es imposible hacer una imagen de Dios. Y lo más importante es que Él habita en nuestro corazones y ahí lo podemos conocer conforme a lo que se ha revelado a través de su palabra,la Biblia, eso es más que suficiente.

Este mandamiento también señala el gran amor de Dios hacia sus hijos, hacia su pueblo pues no está dispuesto a compartirlo con alguien o algo que pueda corromperlo, manifiesta que su cuidado es por generaciones y que los padres tiene la responsabilidad de amarlo, vivir según sus indicaciones para ser testimonio a sus hijos y a su vez enseñarles a amar solo a Dios con todo su corazón, con todo su ser.

El obedecer a las ordenanzas del Señor traerá siempre felicidad, bienestar, seguridad a quienes lo aman y lo obedecen, Dios es tan grande que todo lo que hace es para bendecir a sus hijos, solo nos pide que lo reconozcamos como el único y verdadero Dios y lo obedezcamos. seamos obedientes y alcancemos está bendición de amor.

Comparte con tus amigos

Un comentario en «El único y verdadero Dios – Éxodo 20:1‭-‬6 ‬‬»

  • ¡Que maravilloso es ver que los mandamientos del Señor son para protegernos, porque somos sus hijos! Gracias por compartir la palabra de Dios, que es viva y eficaz, llega a nuestros corazones en elmomento más adecuado.

Los comentarios están cerrados.