Piedra de tropiezo – Isaías 8:14 y Romanos 9:32-33
Meditación sobre Isaías 8:14 y Romanos 9:32-33 por el A.I. José Arturo Medell
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Hemos dedicado este tiempo a estudiar y conocer las profecías en el Antiguo Testamento que hablan de Jesús y su cumplimiento en el Nuevo Testamento. Así conocemos que la palabra de Dios es verdad. Siglos antes profetizada, y cumplida entonces en el Nuevo Testamento en la llegada de Jesús, para conocimiento de su pueblo y salvación de nosotros.
El estudio de esta mañana lo basaremos en la profecía dictada por Isaías en el Antiguo Testamento capítulo 8 verso 14. Como siempre les recomiendo leer lo más que puedan estos pasajes.
Por abreviación y por tiempo nos debemos enfocar solamente a los versículos del tratado. Dice Isaías 8:14 [versión Reina Valera 1960]
Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén.
La profecía de Isaías es dura para nuestros oídos. Está hablando de que Dios establecerá una piedra en la cual tropezarán aquellos que no crean en la Palabra de Dios que es dictada en este momento por Isaías. Tropezarán y se enredarán, dice, “apresados”.
Esta es la profecía para Jesús. Será una piedra de tropiezo en la cual muchos, al no creer en él, tropezarán; encontrarán en él piedra de tropiezo.
El contexto de esta profecía realmente se inicia en Isaías 8:11-15. [Nueva traducción en lenguaje actual]
11 Dios me tomó fuertemente con su mano y me advirtió que no me comportara como los de Judá. También me dio este mensaje para ellos:
12 «No llamen “conspiración” a todo lo que la gente llama “conspiración”. A la gente le da miedo cuando los reyes se juntan para hacer planes de guerra. Pero ustedes no deben asustarse ni tener miedo. 13 Yo soy el Dios todopoderoso y es a mí a quien deben adorar y temer. 14 De lo contrario, seré para ustedes como una trampa, en la que caerán todos los habitantes de Jerusalén. Seré como una piedra con la que tropezarán los dos reinos de Israel. 15 Muchos tropezarán, caerán y morirán; muchos caerán en la trampa y quedarán atrapados».
Realmente lo que dice es que Dios le toma fuertemente con su mano, y le advierte que no se comporten como los de Judá. También le da el mensaje que será expuesto a ellos y les advierte que no llamen conspiración a todo lo que la gente llama conspiración.
“A la gente le da miedo cuando los reyes se juntan para hacer planes de guerra. Pero ustedes [les advierte Isaías] no deben asustarse ni tener miedo. Yo soy el Dios todopoderoso y es a mí a quien deben adorar y temer.”
Les advierte así les dice: “De lo contrario, seré para ustedes como una trampa, en la que caerán todos los habitantes de Jerusalén. Seré como una piedra con la que tropezarán los dos reinos de Israel”
“muchos tropezarán” es la advertencia del señor Isaías quien dará a su pueblo esta profecía. El cumplimiento de esta profecía lo advierte Lucas en Lucas 2:34; Pablo en Romanos 9:32-33 y Pedro 1 Pedro 28.
Tomaremos lo que Pablo dice a los romanos en su carta en el capítulo 9 del 32 al 33. Naturalmente leeré un poco antes, para que podamos tomar el contexto. Dice Pablo hablando a los romanos acerca de la justicia que es por la fe:
[Romanos 8: 30-33 Versión Reina Valera 1960]30 ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe; 31 mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó. 32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo, 33 como está escrito:
He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
Pablo estiliza la profecía de Isaías y establece entonces que la piedra a la cual Israel tropezará sería por no creer en Jesucristo como Salvador, como hijo de Dios.
La provisión que Dios estableció para Israel la tomaron los gentiles creyendo en Jesús por fe para salvación. Dice Pablo hablando por parte de Dios en romanos:
[Romanos 8: 30-33 Nueva traducción en lenguaje actual]30 ¿Qué más les puedo decir? Que aunque la gente de otros pueblos no estaba haciendo nada para que Dios los aceptara, él los aceptó porque confiaron en él. 31 En cambio, los israelitas fueron rechazados, porque trataban de cumplir la ley para que Dios los aceptara. 32 ¿Y por qué no fueron aceptados? Porque querían que Dios los aceptara por lo que hacían, y no por confiar sólo en él. Por eso Cristo fue para ellos como una piedra en la que tropezaron. 33 En la Biblia Dios dijo: [Entonces recuerden la profecía que dio Dios a Israel diciendo]
«Yo pongo en Jerusalén
una roca [una piedra] con la cual
muchos tropezarán y caerán.
Pero Dios no defraudará
a los que confíen en él.»
Esta promesa -determinada en una profecía por Isaías- se cumple en el pueblo de Roma y en nosotros los gentiles y en usted, si acepta creer en Jesucristo.
Dios no le defraudará al confiar en Él.